Los productores de arroz de la zona de Nicoya se salvaron de perder las plantaciones gracias a las lluvias de las últimas semanas, condiciones que permitió germinar más de la mitad del terreno sembrado.
La Corporación Arrocera Nacional (Conarroz), replanteó los datos de las plantaciones de arroz en áreas en que las cosechas dependen únicamente de la lluvia, los agricultores afirman que solo hay 116 hectáreas sin sembrar.
“Hicimos una actualización de la información y tenemos listas 5.287 hectáreas en los cantones de Abangares, Carrillo, Nandayure, Nicoya y Santa Cruz. En Nandayure perdimos esas 116 hectáreas de grano que ya había germinado, pero se secó por la falta de agua”, dijo el director ejecutivo de Conarroz, Minor Barboza.
Por otra parte, 300 hectáreas ya sembradas están en la incertidumbre porque no se sabe si habrá germinación, sin embargo, la otra semana, Conarroz presentará un informe sobre el comportamiento de la siembra.
BUENAS PROYECCIONES
Barboza explicó que tuvieron una buena recuperación de las plantaciones, pues de las 5.287 hectáreas cultivadas, hay un área ya establecida de 4.600, que da resultados positivos. En ese sentido, también hay 328 hectáreas que no producirán pues aunque estaban preparadas, los agricultores tomaron la decisión de no sembrar por lo avanzado de la época de invierno, de lo contrario, el periodo de lluvia se acorta y las plantas no cuentan con agua suficiente para su desarrollo.
“Hubo un cambio importante porque inicialmente teníamos un pronóstico, pero ahora se tornó bastante comprometedor pues de las 5.287 hectáreas, había casi 2.700 de las que no teníamos seguridad que fueran a germinar, pero las lluvias de las últimas tres emanas permitió que el arroz se estableciera con éxito”, afirmó el directivo.
Inicialmente los arroceros pedían al Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG), pues no podrían afrontar los compromisos financieros asumidos, debido a las graves sequías de la zona causados por el fenómeno El Niño.
Los datos suministrados por Instituto Meteorológico Nacional (IMN), indican que el fenómeno climático que azota la zona se extendería hasta el primer trimestre del 2015 además evidencia las grandes posibilidades de que este no sea un evento intenso como el de 1982 o 1997.
