Son adolescentes y hasta en algunos casos niñas que, por diferentes circunstancias quedaron embarazadas, unas no lo tenían planeado pero otras fueron abusadas por familiares o conocidos.
Hace tres décadas Patricia Porras estaba en la calle y escuchó a una joven hablando por teléfono, al parecer, ella le estaba reclamando a la otra persona el dejarla embarazada, situación que llegó a lo más profundo de su corazón, motivándola a crear el programa “Reciclando Esperanza”.
“Me encontré a una niña en un teléfono público que lloraba, era demasiado chiquita, le decía a alguien ¡usted me embarazó! Yo le pregunté si alguien la había tocado y me dijo que sí, que no tenía ni papá ni mamá. El señor que la llevaba gratis en el bus, la embarazó a los 9 años y a la hermana”, dijo Porras a DIARIO EXTRA.
Para Porras, profesional en Lenguas Modernas, considera que la desintegración familiar es la circunstancia primaria que da pie a que jóvenes, inclusive niñas, estén embarazadas tan prematuramente, sin dejar de lado el abandono escolar y la falta de información.
“Ayudamos a las niñas para que no encuentren ninguna causa para abortar, cuando alguien es muy pequeño necesita de una mano y sí he logrado ver que tiene resultados muy positivos”, comentó.
Entre ellas se ayudan
El programa no anda de casa en casa buscando a aquellas menores que se encuentran en condición de riesgo que conllevan a un embarazo no deseado, las jóvenes llegan por recomendación y así se van uniendo cada vez más.
“Actualmente tengo 30 menores a cargo, les doy un acompañamiento enfocado en la atención prenatal, inserción al estudio y si están en un centro educativo las motivo para que continúen”, comentó Patricia a El Periódico de Más Venta en Costa Rica.
Dentro de ese apoyo, el programa también da espacio a trabajos comunitarios para el desarrollo integral de las muchachas, por ejemplo, “si alguien estudia enfermería puede enseñar cuál es la posición ideal para amamantar, si son estudiantes de gastronomía, les preparan en etiqueta y protocolo y sobre cómo preparar alimentos”.
La vida continúa
Un embarazo no deseado puede ser percibido como un obstáculo imposible de superar, mas si se trata de adolescentes que están en la escuela o colegio, sin embargo, por experiencia de Patricia, existen muchas mujeres, que fueron madres a los 9 o 14 años, hoy son profesionales y hasta con su casita propia, todo depende de cómo usted enfrente esa situación, ya sea para ir en reversa o seguir adelante.
“Con la historia de vida de cada una que yo he vivido, les diría que se agrupen, ya sea en mi programa u otro, que busquen ayuda de un pastor o sacerdote. Sí se pueden alcanzar los sueños”, concluyó Porras.
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CRÉDITOS: Foto: Mauricio Aguilar
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Jueves 07 Agosto, 2014
HORA: 12:00 AM
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