Problemas de la sexualidad actual

La sexualidad prematura, embarazos en adolescentes, pedofilia y enfermedades venéreas son temas que preocupan a las sociedades de los países pobres, y hasta en algunos avanzados como los Estados Unidos. Sin embargo, esta clase de problemas no son nuevos, eso sí, han variado algunos patrones y tendencias actuales. Antaño era común que las mujeres fuesen madres en edades promedio de 13 o 14 años, pero en un contexto de matrimonio sacramental. Ahora es distinto, pues abundan los nacimientos de niños en madres solteras o en la mal entendida “unión libre”.

Respecto a la pedofilia e incestos, son situaciones que han sido más comunes de lo imaginado, solo que en aquellas épocas imperaba el hermetismo y la impunidad frente a tales abusos. Por otra parte, las nuevas modas o conductas sociales inducen a la mayoría de jóvenes a llevar vidas promiscuas y sin precauciones ante las relaciones genitales. Los hechos anteriores muchas veces generan alto riesgo de contagio de transmisión sexual, entre ellos el SIDA. Mientras el incremento del homosexualismo y bisexualismo influyen negativamente en el aspecto anterior.

Las estadísticas de los últimos años generan datos alarmantes, claro, volvemos a insistir que en este tiempo se realizan muchos estudios sobre el tema, en cambio hace varias décadas no.

Entonces, investigaciones de Unicef -dados en 1998- indicaron que en Costa Rica el 81% de partos primigestos eran en adolescentes y que casi un 25% de muchachas iniciaron su vida sexual entre los 13 y 17 años. Luego, un 54% de partos en mujeres menores de 19 años se dio en mujeres solteras.

Respecto al homosexualismo (que es otro problema social, dado que pone en riesgo el sentido demográfico en el contexto de las parejas heterosexuales), según el informe de Desarrollo Humano 2013, del Programa de las Naciones Unidas para el desarrollo (PNUD), en nuestro país un 35% de familias admiten tener por lo menos un familiar gay. De una muestra de 834 personas consultadas, un 34% estuvo de acuerdo en que los homosexuales expresen públicamente sus gestos de amor (abrazos y besos), y un 40% apoya que esas “parejas” tengan derecho a las uniones civiles.

En cuanto a los matrimonios heterosexuales, se estima que un 70% fue en la modalidad civil, y que hace unos 15 años era de un 40%.

Esta serie de hechos también reflejan la pérdida de valores morales en un contexto cristiano, o sea ya no importan los mandatos bíblicos de no cometer adulterio, fornicación y otras relaciones impuras.

Entonces mucha gente actual considera que los principios bíblicos están fuera de moda, y que se han roto los fetiches y ataduras mentales.

Lamentablemente, aun con un sentido común y no tan apegado a las creencias religiosas, se puede ver que esas conductas son muy dañinas para la buena convivencia humana, pues generan divorcios, y la presencia de hogares biparentales y hasta poliparentales, donde un mismo individuo -por lo común el varón- tiene varios hogares.

Eso también desemboca en problemas de pago de pensiones alimentarias, o desintegración familiar, donde los hijos pierden la imagen de una autoridad paterna.

Dolorosamente estos problemas son cosas de no acabar, y que en el mediano y largo plazo provocarán el más terrible caos social nunca antes visto.

*Ensayista de temas cotidianos

PERIODISTA:

EMAIL:

Lunes 23 Junio, 2014

HORA: 12:00 AM

CRÉDITOS: Osvaldo Corrales Jiménez*/[email protected]