¡Ya era hora! Después de años de lucha nuestra población aborigen comienza a respirar aire puro; tras esfuerzos por crecer equitativamente con los ticos, una luz comienza a iluminar el camino.
La administración Chinchilla junto con la participación activa de las poblaciones nativas de los cantones de Buenos Aires y Pérez Zeledón puso en su agenda el Plan de Desarrollo de los Pueblos Indígenas, declarándolo de interés público y nacional.
En colaboración con el Ministerio de Planificación y Política Económica (Mideplan) se realizó un amplio estudio sobre las principales necesidades de nuestros indígenas, quienes han tenido que salir adelante con las uñas.
Este documento, el cual se puede descargar en la página www.mideplan.go.cr, pretende orientar, impulsar y coordinar el desarrollo integral y sostenido de la población autóctona costarricense.
Se describen proyectos, productos y programas destinados a la mejora en la calidad de vida de grupos vulnerables, al mantenimiento y construcción de una adecuada red de infraestructura, al mejoramiento de la cobertura y calidad de los sistemas de salud y educación, al desarrollo de proyectos habitacionales que conserven las tradiciones y atiendan las necesidades de los indígenas, a la preservación de un ecosistema nativo que alberga plantas medicinales y rituales ancestrales, a la revitalización económica y productiva, y al bienestar comunitario dentro de una sociedad equitativa.
“Estamos de acuerdo con la iniciativa. Nuestros pobladores indígenas costarricenses se beneficiarán mucho de esta declaratoria”, comentó a DIARIO EXTRA Faustino Montezuma, de la Comisión Nacional de Asuntos Indígenas (Conai).
Según Silvia Hernández, ex viceministra de Planificación, los habitantes indígenas solicitan al Estado costarricense capacitación y conocimiento para tener la oportunidad de construir una comunidad activa, de acuerdo a su identidad cultural y tradiciones.
Las zonas beneficiadas son Rey Curré, Cabagra, Térraba, Ujarrás, Salitre, China Kichá y Boruca, a quienes se les estudió minuciosamente para determinar las urgencias en que se debe comenzar a trabajar en temas de planificación, gobernabilidad y seguridad territorial.
