La lucha por conservar la biodiversidad marina se intensificó en los últimos días, pues varias organizaciones claman por que el gobierno apruebe el decreto que zonifica la pesca de atún y a la vez prohíbe el uso de la red de cerco en las primeras 100 millas náuticas antes de que finalice el gobierno de la presidenta Laura Chinchilla.
La idea es que con esta iniciativa se proteja a las especies de delfines que se ven en las aguas de Tiquicia, pues en ocasiones mueren atrapadas o golpeadas, y que a la vez exista más atún para los costarricenses que viven de su pesca.
Un estudio de la Federación Costarricense de Pesca (Fecop), con base en datos de la Comisión Interamericana del Atún Tropical (CIAT), refleja que entre 2002 y 2011 las flotas atuneras cerqueras internacionales capturaron y retuvieron más de 253 mil toneladas métricas de atún, con licencias pagadas que solo reflejan un 33% del tonelaje real que se podría cobrar o en su defecto licencias regaladas por el Estado para que sigan pescando gratis.
“En el Pacífico costarricense hemos identificado una competencia por recursos comunes entre quienes practican diferentes tipos de pesquerías, desde los artesanales y deportivos hasta los semiindustriales y las flotas cerqueras internacionales.
Queremos contribuir a que el país defina una política que propicie el manejo ordenado y responsable de estos recursos, asegurando la captura para el pescador costarricense según su sector”, comentó Enrique Ramírez, presidente de Fecop.
PESCA DEPORTIVA SALE PERDIENDO
Uno de los sectores que más perjudicados es la pesca deportiva, pues entre las principales especies afectadas están los peces picudos, los cuales son la principal atracción en esta práctica.
Números de Fecop dejan al descubierto que más de 1.000 toneladas métricas de fauna no objetivo fueron capturadas en forma incidental. Entre estas especies están los peces picudos, mantas y rayas, dorados y tiburones, los cuales se liberan muertos.
Ramírez explicó que en ocasiones la flota atunera usa artes de pesca no permitidas para extraer el producto.
“La mayor parte de ese atún fue extraído lanzando las redes sobre grandes escuelas de delfines, lo cual ocurrió en un 85% de los casos, 795 lances fueron hechos con artes de pesca prohibida (plantados) y otros 899 con técnicas no distinguidas que pudieron ser plantados, en otros 744 lances las redes fueron lanzadas sobre escuelas de atunes no asociadas”, agregó.
