Una vez más las rampas de los autobuses en lugar de ser una ayuda para los usuarios que presentan alguna discapacidad se han vuelto un obstáculo y dolor de cabeza. En esta ocasión la afectada es doña Leticia Pereira, quien ha vivido la amarga experiencia de que los choferes le digan que no pueden llevarla porque ese dispositivo no funciona.
Pereira en compañía de su hija Johanna Jiménez se presentó a las oficinas del Grupo Extra en busca de ayuda ante tan terrible situación.
“Cada vez que salgo a San José tengo que venirme una hora antes a ver cuál bus me va a traer porque cada 15 o 20 minutos salen, pero tengo que esperar casi una hora para que salga el bus con la rampa que me sirva porque si no me tienen que subir alzada y mucha gente no puede”, comentó.
Al parecer el problema es únicamente de las rampas, ya que Pereira contó que los conductores hacen todo lo posible por ayudarla.
“Los choferes se pasan de buenos más bien, hasta me ayudan a subir alzada. La culpa no es de ellos sino de otra gente que no ayuda a que el servicio se dé bien”, acotó.
Lo peor de la situación es que hay buses nuevos y también presentan problemas con este mecanismo, causando una gran indignación entre los usuarios de este servicio público.
“Si los buses son nuevos se supone que tienen marchamo y pasaron Riteve, entonces ¿cómo es posible que no les sirvan las rampas?”, denunció Johanna Jiménez, hija de doña Leticia. Pereira espera que los dueños de estos autobuses abran los ojos y vean el terrible daño que les hacen a las personas que tienen alguna discapacidad y necesitan este servicio para desplazarse de un lugar a otro.
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CRÉDITOS: Foto: Wilbert Hernández
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Sábado 01 Marzo, 2014
HORA: 12:00 AM
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