Nosara, Guanacaste. A Ingrid Hernández Zúñiga, de 40 años, le esperaba una atroz muerte anunciada; así lo expresaron familiares y vecinos quienes escucharon la madrugada de ayer sus gritos desesperados implorando ayuda, pues el padre de sus hijos la mataba con un garrote y un cuchillo.
El aterrador desenlace se registró luego de que el verdugo durmiera con la víctima y la obligara a tener relaciones sexuales, bajo el techo que compartieron como nido de amor y hogar para la crianza de sus dos criaturas.
De acuerdo con la versión que manejan las autoridades, los menores de 10 y 14 años observaron cuando su padre de apellido Carrillo y alias “Pepe”, golpeó con un tronco de naranjo a Hernández. Ante semejante acción los adolescentes trataron de detener la agresión, pero el esfuerzo fue en vano y por poco también resultan acabados por su propio padre.
Francisco Cordero, comisionado de Guanacaste, afirmó que los niños intentaron detener la golpiza, no obstante resultaron golpeados y amenazados.
Carillo, tras “atontar” a Hernández, dejándola tendida en el piso de la cocina tomó un cuchillo y se lo clavó en cuello y pecho.
SUEGRA LO ENFRENTA
Apenas transcurrieron algunos minutos para que la mayor parte del pueblo de Belén de Nosarito, Nicoya, rodeara el frente de la humilde vivienda; mientras otros lugareños llamaban desesperados al 9-1-1 con el fin de alertar sobre la violencia doméstica.
Una de las primeras en correr fue Emilia Mayorga, madre de la hoy occisa, “en un principio no me dejaron entrar, porque los vecinos decían que Pepe estaba armado; mi hija estaba tirada en el suelo y él de rodillas a la par del cuerpo, solo le grité: “Pepe que estás haciendo”, no supo responderme nada, mi hija quedó semidesnuda solo llevaba puesto un suéter, este hombre seguro otra vez la violó”, recordó Mayorga.
Pepe al verse acorralado supuestamente se metió una puñalada en el pecho; en apariencia con la intención de matarse. Pero sus planes no salieron y comenzó a correr por la parte trasera de la vivienda que va a dar con unas extensas fincas.
La Fuerza Pública montó operativos por el sitio, pero al cierre de edición de ayer aún no habían dado con el sospechoso. Autoridades no descartan que el tipo aparezca sin vida, como consecuencia de la herida que se ocasionó.
CELOS DAÑARON MÁS QUE LICOR
Elieth González, vecina de la pareja comentó que esta no era la primera vez que escuchaban pleitos en la vivienda. “Pepe era un hombre que se mostraba para la gente como muy tranquilo, que no mataba ni una mosca; pero dentro entre estas paredes se escuchaba de todo que nos atemorizaba. Este vecino hace unos años tomaba mucho licor y hasta pensamos que la iba a matar, dejó el vicio y tenía dos años de recibir tratamiento para controlarlo; sin embargo no aguantaba que su compañera siquiera hablara por teléfono, porque se enfurecía”, recordó la vecina.
En apariencia el detonante de este femicidio fue la supuesta amistad que tenía la fallecida con un hombre del centro de Nicoya, no obstante judiciales apenas investigan esta versión; pues los parientes de la fallecida afirman que no tenía ninguna otra relación amorosa.
BURLARON MEDIDAS CAUTELARES
Yorlan Carrillo, oficial de la Fuerza Pública, confirmó la versión de las medidas cautelares que le interpusieron a Pepe de no acercarse a Hernández. No obstante, ni el sentenciado ni la víctima las cumplieron y frecuentemente el sujeto llegaba a comer, así como a dormir en la casa.
“En muchas ocasiones le insistí a mi hermana que se diera a respetar y que respetara las leyes, ya él tenía orden de no acercarse, pero no me hacía caso, luego me contaba que Pepe entraba sin permiso a la casa para pellizcarla, golpearla, ponerle almohadas en la cabeza para tratar de asfixiarla y hasta violarla”, recordó Hazel Hernández.
Supuestamente, la víctima nunca le puso un alto a la situación a pesar de que las autoridades giraron medidas. Los allegados del matrimonio también en múltiples ocasiones les hicieron ver el destino de la desdichada relación.
“La última vez que los vi juntos fue el miércoles, él la estaba pellizcando; solo le dije que eso no era cariño, no era amor. Le expresé (a Pepe) que no quería ver a mi hermana muerta ni tampoco a él tras las rejas”, detalló Hazel, hermana de la occisa.
El sospechoso se mantiene en fuga por lo cual las autoridades continúan con los rastreos, pues la vida de los hijos también corre peligro, ya que el tipo con anterioridad amenazó delante de la gente a cada miembro de su familia.
Lamentablemente, en los primeros 11 días de este 2014 las autoridades judiciales tienen registrados dos femicidios, el primero ocurrió en Chomes, Puntarenas.
PERIODISTA:
CRÉDITOS: Fotos: Randall Sandoval y Manuel Gutiérrez, corresponsal
EMAIL:
Sábado 11 Enero, 2014
HORA: 12:00 AM
SIGUIENTE NOTICIA