Wilson Meza Mejía, de 31 años, asesinado de un balazo en la cabeza dentro de su vivienda ubicada en el residencial Bosques de Doña Rosa en Cariari de Heredia, habría utilizado pasaportes falsos con al menos siete nombres para entrar y salir del país sin ser detectado.
Las autoridades tratan de verificar con los documentos si el colombiano efectivamente usó los nombres de César, Sebastián, Juan, Rafael, Néstor, Fabián y Fernando; con los apellidos Moncaliano, Gutiérrez, Fernández, Restrepo, Amaya, Caicedo y González, todos muy comunes en tierra cafetera.
Datos de Migración y Extranjería aseguraron que Meza no tiene movimientos migratorios, pese a que hace un mes había estado en Medellín haciendo “negocios”, lo que hace pensar a los judiciales que el ahora fallecido pudo haber utilizado algunos métodos para no ser detectado en los puestos fronterizos. Tal como ha venido informando DIARIO EXTRA, esta misma semana el foráneo tenía pensado regresar a su tierra a pasar las fiestas de fin y principio de año, donde lo estaba esperando Karen Castaño, compañera sentimental y también colombiana.
Mientras que su empleada, María Adriana Córdoba Pulido, de 42, quien recibió un plomazo en la cabeza, era residente en nuestro país desde el 2007 y tenía vínculos con costarricenses donde al parecer contrajo matrimonio por conveniencia.
Esta es una de las hipótesis que manejan los agentes del Organismo de Investigación Judicial (OIJ) en lo que sería un crimen por ajuste de cuentas por drogas y no se descarta que la víctima haya sido algún tipo de enlace entre Costa Rica y Colombia.
Este martes una cuadrilla de trabajadores de Fuerza y Luz quitaban el medidor de electricidad de la vivienda donde fueron ultimados por al menos dos personas que ingresaron a comprar lo que para la policía sería droga.
