Estrella Hernández fue víctima de una terrible enfermedad que acaba con muchas personas en menos de lo que se imaginan: la anorexia. Este padecimiento ataca al 19% de la población mundial y nuestro país no escapa a esa realidad.
Dicen que la vida da segundas oportunidades y así es como lo tomó Estrella, quien se recupera de una operación donde tuvieron que quitarle el intestino grueso y dejarla solo con el delgado, que está conectado al recto.
Visiblemente afectada pero con una sonrisa y una mirada encantadora y llena de emoción, esta mujer nos atendió para contarnos su caso y cómo esta dolencia estaba terminando con su vida.
A sus 35 años tomó un nuevo aire, con una motivación renovada y las ganas de volver a retomar su vida, pues según ella por mucho tiempo la desgastó queriendo complacer a muchas personas.
“EMPECÉ A LOS 14 AÑOS”
Entre lágrimas y con la voz cortada, Hernández nos contó que a los 14 años empezó con dietas para bajar de peso, sin embargo no lograba su objetivo, pues en ese momento pesaba 56 kilos, que según los expertos es normal para una adolescente de esa edad.
Pero su meta seguía firme, quería pesar menos, sin importar las consecuencias, pues para ella solo existía un número en la báscula: 40 kilos.
“Empecé a los 14 años, quería bajar de peso sin importar nada para que la gente me aceptara. En la escuela y el colegio recibía burlas y eso me afectó para que yo en algún momento no me quisiera”, recordó.
Estrella siguió con ese estilo de vida de manera “normal” hasta que vio cambios repentinos a los 20 años.
“FUI VIOLADA POR UN FAMILIAR”
Con un presente oscuro por culpa de la anorexia, las malas noticias no dejaron de llegar, ya que como si fuera poco también fue violada por un familiar, factor que agravó su situación y la hizo pensar aún más en vivir en un mundo que la rechazara menos.
“Siempre fui muy tranquila y prefería callarme algunas cosas como esas. Mi papá lo era todo para mí y yo sabía que si le contaba eso lo podía afectar porque era un señor mayor y me cuidaba mucho”, aseguró.
Pero ahí no queda todo, ella dijo que su padre era su principal pilar y una de las personas que más quería, sin embargo cuando tenía poco más de 20 años él murió, factor que la desmotivó más, pues su mejor compañía ya no estaba a su lado.
ENCONTRÓ EL AMOR
Después de vivir en un mundo lleno de angustia y depresión, Estrella encontró el amor y hasta tuvo la oportunidad de ser madre, pues a los 17 años dio a luz a su hijo mayor Vinicio.
En ese momento su vida encontró un nuevo rumbo, pero para variar los problemas volvieron a aparecer porque su primer esposo la agredía verbal y físicamente, lo que hizo que de nuevo volviera a caer en las garras de la anorexia.
“Yo estaba feliz y hasta recuperada, es más, en mi primer embarazo a veces comía bien, estaba flaca pero pesaba 75 kilos, lo que nunca en mi vida había pesado”, expresó.
Su historia durante el embarazo fue complicada, ya que durante ese proceso tuvo problemas en sus comidas, no se alimentaba bien, lo que le provocó ataques epilépticos a su hijo hasta los 7 años.
“EMBARAZADA PESABA 56 KILOS”
Pero su historia como madre no termina ahí. Siete años después tuvo a su segundo hijo, pero la situación se agravó porque durante el embarazo entre más “gordita” se veía, Estrella quería bajar más de peso, llegando a 56 kilos.
“En mi segundo embarazo pesaba 56 kilos, eso no es normal cuando una mujer está embarazada. Imagínese que yo pesaba eso cuando tenía 14 años y volví a pesar lo mismo embarazada”, explicó.
A pesar de eso Pedro (“Pedrito”, como ella le dice), hijo de su segundo matrimonio, nació bien y sin ninguna complicación.
“DEFECABA Y EL INTESTINO SE ME SALÍA POR EL ANO”
Si usted piensa que un simple dolor de estómago se puede quitar sentándose en el inodoro, puede que tenga razón, pero ¿se imagina lo que es ir al baño y defecar sangre, o lo que es peor que una parte de su intestino grueso se le salga por el ano?
Pues aunque parezca mentira esto le sucedió a Estrella, quien a pesar de saber de su problema no lo controló a tiempo.
“Una de las cosas más dolorosas fue tener que defecar sangre, yo defecaba y el intestino se me salía por el ano. Muchos piensan en ir al baño bien, pero yo no podía”, recordó con mucho dolor.
EL PANI LE QUITÓ SUS HIJOS
Debido a su estado tan frágil, el Patronato Nacional de la Infancia (PANI) decidió apartar a esta madre de sus hijos, pues no representaba un buen ejemplo para ellos.
“El PANI decidió quitarme a mis hijos y ellos se quedaron con mi suegra. Yo los veía, pero para mí fue un golpe muy duro no poder verlos en mi casa. Le tengo que agradecer a mi suegra porque ella siempre me abrió las puertas de su casa para verlos”, afirmó.
Pero lo desgarradoras de sus palabras no se limitan a eso, pues recuerda que sus hijos se arrodillaban frente a ella para que no se fuera.
“Ellos se arrodillaban ante mí para que no los dejara. Una como madre se siente mal y me preguntaba si podía retroceder el tiempo para no hacerles daño”.
“ME extrajeron EL INTESTINO GRUESO”
A estas alturas usted piensa que la vida de Hernández ha sido muy trágica, y sí, es cierto, no ha sido nada fácil, mucho menos sencilla, para una madre de dos hijos y con una enfermedad como la anorexia.
Pero esta ama de casa hace unos días debió someterse a una operación para extraerle el intestino grueso, pues durante vivió 18 años con una alimentación pésima.
Con una herida de al menos 15 centímetros en el abdomen y ligeros dolores cada vez que se acomoda para hablarnos, Estrella nos explicó que ahora vive solo con el intestino delgado, que está conectado al recto.
“A mí me quitaron el intestino grueso porque ya estaba muy deteriorado y me pusieron el delgado directo al recto. Los médicos dijeron que me iban a poner una bolsa, pero eso solo me iba a empeorar”, acotó.
Usted se preguntará en cuánto tiempo hace la digestión.
Le contamos que dura 30 minutos, pues el recorrido de los alimentos por un solo intestino se acelera.
“MI HIJO ME HIZO JURAR QUE ESTARÍA EN SU GRADUACIÓN”
Con gran entusiasmo Estrella nos habló de sus hijos, quienes son su mayor orgullo, en especial Vinicio, quien cursa el quinto año en el colegio de la localidad.
“Él ahorita se me gradúa”, nos dijo con gran emoción, ya que uno de los principales objetivos de este joven es cursar una carrera en el Instituto Tecnológico en Cartago para sacar adelante a su familia, especialmente a su madre.
Mientras su madre le agradecía por su comprensión y sacrificio, Vinicio le repetía una y otra vez: “Tranquila, mami, para mí no es un sacrificio, cualquier hijo lo haría y si yo estuviera en su lugar sé que usted también me ayudaría como yo la ayudo”.
Ahora el sueño de esta mujer es recuperarse pronto para estar en el baile de graduación de Vinicio, en quien ha puesto muchas esperanzas.
NECESITAN AYUDA
Hernández declaró a DIARIO EXTRA que su condición económica no es la mejor porque con la pensión de sus hijos, más una ayuda de su madre, tienen que solventar los gastos de alimentación y sacar el dinero de los pasajes de ambos, quienes deben viajar en bus a sus centros de estudio.
Además de eso, la alimentación de esta madre soltera debe ser más especializada, pues comentó que come colados para bebés, así como diferentes tipos de leche.
Si usted desea ayudar a esta familia puede comunicarse a los teléfonos 5012-9838 y 8684-1796 y ellos con mucho gusto lo atenderán.
PERIODISTA:
CRÉDITOS: Fotos: Mauricio Arce, corresponsal
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Sábado 16 Noviembre, 2013
HORA: 12:00 AM
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