La búsqueda de mejores y mayores oportunidades económicas para las familias ha llevado a muchas mujeres a tener que emigrar solas desde Nicaragua hacia Costa Rica, dejando atrás un problema social en su país, por el impacto en la cadena en el cuido familiar que esto provoca.
Así lo destaca un estudio realizado por el departamento de Mujeres de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y que fue presentado hace pocos días en Nicaragua.
Según este estudio llamado "La migración femenina nicaragüense en las cadenas globales de cuidados en Costa Rica", una vez que una mujer de nuestro país hermano decide dejar el suyo para buscar mejores oportunidades laborales en otro, la atención de los hijos es el principal problema que recae sobre sus hombros. Esto porque la cultura nacional se basa principalmente en la costumbre de que la educación y cuidados de los hijos yace únicamente en las progenitoras.
De manera que para subsanar este faltante en el hogar, se le pasa esta responsabilidad a manos de lo que se ha denominado "mujeres cuidadoras" y que por lo general son las abuelas, tías o hermanas de la emigrante. Es por ello que mucho de las remesas que éstas envían a su país de origen está destinada principalmente para ese fin.
SIN OPORTUNIDADES
Otra de las preocupaciones que tienen las mujeres es que, en caso de que no les vaya bien en Costa Rica, deben regresar a su país sin tener empleo ni existir una política pública que las ayude, de manera que nuevamente requieren de la familia que quedó en Nicaragua para que vea por ella también.
Unido a estas preocupaciones por el hecho de haber dejado a sus hijos al cuidado de terceras personas, también recae sobre la mujer una carga social por la discriminación que en muchas ocasiones sufren en suelo tico.
Este mismo estudio rescata que muchas de ellas cuentan incluso con estudios completos a diferencia de los hombres que llegan al país. No obstante, esto no les ayuda a conseguir mejores puestos de trabajo, sino que tienen que dedicarse a los oficios domésticos y al agro, dos empleos que se ven afectados en el momento de una crisis económica mundial. Por esta razón es incierta su estabilidad laboral y crece su estrés.
Según estadísticas, el 50% de los 800 mil nicaragüenses que viven en Costa Rica, ya sea legal o sin papeles, son mujeres.
