A pesar de los esfuerzos nacionales y extranjeros, el matonismo sigue siendo parte de la vida cotidiana de los centros educativos que muchos directores y docentes creen que se erradica sacando a los estudiantes “problemáticos” de la institución.
Durante el Foro Iberoamericano sobre el bullying, expertos de varios países de esa región analizaron la realidad que viven cada uno de sus países para la erradicación de un mal que no quiere salir de las aulas.
Incluso, por muchos años, el matonismo ha sido aprobado por los padres de familia cuando le enseñan a sus hijos que si alguien le hace algo tiene que defenderse como sea, lo que lleva a que continúe la violencia dentro de los centros educativos.
Leonardo Garnier, ministro de educación pública, indicó que “al igual que a un niño no se le debe castigar porque mete el dedo en un enchufe, sino enseñarle que eso no se hace, de la misma manera se debe tratar a quien realiza actos de violencia contra sus compañeros. El objetivo de aprender a convivir es precisamente eso. Enseñarle a relacionarse con los demás y no aprender a vivir a punta de golpes.”
Es por ello que a criterio de los expertos, conforme se ha comenzado a hablar del tema, las personas también toman conciencia de la necesidad de denunciarlo, lo que hace que las estadísticas vayan en aumento, lo que a criterio de Garnier significa que en lugar de que sean más casos los que se dan, la realidad es que esto está permitiendo ir sanando el sistema.
MIEDO ES ALIADO DEL BULLYING
“Todos los que van a clases están en contacto con el bullying, es imposible no estarlo”, comentó el Ministro.
Francisco Jiménez, representante del gobierno de Colombia, explicó que en su país se está abarcando el problema desde sus orígenes. Es por eso que entre las principales causas que han encontrado está la desintegración familiar, así como la violencia que se vive en los hogares.
“Estamos trabajando con un sistema que se llama Escuela Familiar para enseñar desde ese núcleo a evitar este tipo de acciones en contra de los compañeros de clases. Además estamos creando una normativa para combatirlo”, comentó Jiménez.
Asimismo, según una investigación sobre los miedos de los adultos indica que estos tienen su origen en un 75% en la adolescencia. De manera que un miedo adolescente perdura para toda la vida. Y es precisamente ese temor el que lleva a no aceptar las diferencias e incita a la agresión.
