Diario Extra - Asfixian anciana en pleno rosario

Ana María Rivera Acuña, de 73 años, fue amarrada de pies y manos y asfixiada mientras rezaba el Santo Rosario. El hecho habría sido consumado por dos hombres que ingresaron por la parte trasera de su vivienda ubicada en El Carmen de Goicoechea.
La anciana fue dejada en la cocina y descubierta a las 4 p.m., de ayer por una hermana que vive a la par y que había llegado a invitarla a tomar café como lo hacía todos los días, después de la oración.
Según sus propios familiares la mujer, quien vivía sola, se había enfrentado en varias ocasiones con hombres, ya que solía defender los plantíos de guineo que tenía en el patio donde le robaban.
Al parecer, los sospechosos son drogadictos vecinos del sector de Alemanias Unidas, lugar que colinda con su casa y habrían sustraído un televisor y varios artículos de cocina como ollas.
Ahí, la amarraron y se la llevaron golpeándola hasta la cocina donde le colocaron un mecate de yute en el cuello hasta estrangularla, su cuerpo quedó boca arriba y con los brazos extendidos, uno de ellos estaba fracturado.
La mujer acostumbraba a estar sola sin embargo su hermana era quien la vigilaba ya que las viviendas eran separadas por una pared, por lo que siempre estaba pendiente. Sin embargo un descuido de lo que ellos sospechan fue de 20 minutos, fue utilizado por los antisociales que sigilosamente abrieron un boquete en la parte de abajo de la puerta y se introdujeron.

“NO VIVIMOS EN EL PAÍS MÁS FELIZ”

Manuel Rivera, hermano de la víctima, aseguró a DIARIO EXTRA que los asesinos forzaron una puerta metálica para ingresar por detrás donde colinda con un río.
“Mi hermana pasó a verla para ofrecerle un café como siempre lo hacía, cuando llegó notó que la casa estaba muy desordenada, principalmente en el cuarto, mientras la puerta trasera estaba violentada.
“No vivimos en el país más feliz del mundo, la impunidad nos gana, en un abrir y cerrar de ojos matan una persona indefensa y los culpables andan en la calle como si nada”, enfatizó.
Ana Mari, como le decían sus allegados, nunca se casó, no tenía hijos y era la mayor de 10 hermanos quienes acostumbraban a visitarla especialmente los fines de semana. En diciembre la anciana se dedicaba a vender hojas de plátano y así obtener alguna platica por lo que la policía presume que los delincuentes andaban buscando dinero o joyas, pero la mujer no tenía nada de eso, solo estampitas y rosarios.

CASA REVISADA CON LUPA

La vivienda fue tomada por los agentes de la sección de Homicidios y de Inspecciones Oculares y Recolección de Indicios, SIORI del Organismo de Investigación Judicial, OIJ, quienes la revisaron minuciosamente.
Los expertos en escenas del crimen utilizaron polvo de grafito para levantar huellas dactilares, buscaron elementos pilosos, levantaron muestras de fluidos biológicos como sangre y saliva de la fallecida y de asesinos.
Toda la evidencia encontrada fue sellada y junto al cadáver fueron trasladadas hasta el Complejo de Ciencias Forenses en San Joaquín de Flores, Heredia donde serán sometidos a rigurosos exámenes.
Trascendió que Ana María Rivera había cobrado este miércoles la pensión que era administrada por su hermana, mientras que los judiciales no descartan que haya sufrido un infarto.