No se vale lo que pasa en Manuel Antonio

Editorial

Pareciera increíble que un costarricense no tenga la posibilidad de ingresar a un parque nacional solo porque hay reventa de las entradas o no existe control sobre cómo se consiguen los tiquetes por internet.

En el caso del parque nacional Manuel Antonio, en Quepos, ocurren este tipo de situaciones que tienen enojados tanto a propios como extraños.

Dicha problemática no es nueva, ya que una vez finalizada la pandemia de covid-19 la cosa empeoró. Por ejemplo, antes del encierro al menos 5.000 personas podían ingresar al parque sin mayores restricciones y disfrutar de las bellezas que este lugar ofrece.

Pero ahora pueden entrar 2.000 personas diarias. Los boletos solo se adquieren vía internet, lo que propicia la reventa y no solo hace que se exagere el valor de estos, sino que los ticos no tengan la posibilidad de visitar el parque, ya que son obtenidas en muchos casos por operadores de tours que hacen su aguinaldo con ellas.

Recientemente personas cercanas a DIARIO EXTRA denunciaron cómo tuvieron la oportunidad de darse una vuelta por la hermosa zona del Pacífico Central y se dirigieron a Quepos para acudir a Manuel Antonio, sin pensar que no iban a poder entrar al parque nacional. Consultaron sobre la adquisición de las entradas en el hotel, ahí les dijeron que prácticamente estaban agotadas, pero que intentaran en la página oficial del Sistema Nacional de Áreas de Conservación (Sinac), así lo hicieron y para su sorpresa no había. Pero lo que les pareció increíble fue no solo no existían tiquetes para ese día, sino para el resto de los días siguientes.

Desde el Periódico del Pueblo le preguntamos a un guardaparques, quien bajo la confidencialidad de su identidad indicó que hay un negocio muy lucrativo alrededor de las entradas al parque y las propias autoridades lo alcahuetean.

Pese a que cada tiquete oficialmente cuesta para un nacional ¢1.600 y $18 (unos ¢10.000) para un extranjero, lo cierto es que son vendidas en el primer caso hasta a ¢10 mil y en el segundo caso hasta los $80 (más de ¢40.000).

Al preguntarle el porqué de lo anterior, explicó que hay agencias de turoperadoras que adquieren hasta 500 entradas diarias, y al acapararlas logran revenderlas a los turistas a precios exorbitantes, sin que los visitantes puedan hacer nada al respecto.

Aún peor, muchas de estas agencias adquieren las entradas a lo largo de la temporada alta y las ofrecen en paquetes de hasta 2x1 para los fines de semana, dejando sin la posibilidad de adquirirlas a quienes desean ir a pasear al sitio.

Las denuncias son constantes pues, al igual que en el caso conocido por El Periódico de Más Venta en Costa Rica, a muchos visitantes nacionales y extranjeros les ocurre, por lo que tienen que ingeniárselas para conseguir una entrada.

Y si no lo logran por la página del Sinac a un precio oficial, en la reventa algunos harán su agosto. Definitivamente no hay un control porque cualquiera puede comprarlas en dicho portal y revenderlas. Lo más grave es el abuso en el sobreprecio, que excede hasta los ¢8.000 en el caso de los costarricenses y ni qué hablar sobre los extranjeros, pues supera los $60 (más de ¢31.000) en la mayoría de los casos.

Así las cosas, este es un llamado de atención a las autoridades de Ambiente, pues existe un meganegocio que tienen unos pocos en el lugar y se les permite abiertamente, pues al parecer nadie quiere detenerlos.

PERIODISTA: Redacción Diario Extra

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Lunes 29 Enero, 2024

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