Las luces largas de don Rodrigo
Albino Vargas Barrantes*
Estamos llegando al año 2024 con realidades socioeconómicas que son completamente incontrovertibles:
1. Somos el país con más desigualdad de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE).
2. Costa Rica se ubica dentro de la lista de las diez naciones más desiguales del planeta, según el Banco Mundial.
3. Los salarios en el empleo público entran a su quinto año consecutivo de congelamiento salarial total.
4. El salario mínimo en el sector privado no está garantizando ni bienestar ni existencia digna, lo cual riñe con el artículo 57 constitucional.
5. Desde el 1º de enero el servicio de la deuda pública y su criminal pago de obscenos intereses demanda 30 millones de dólares estadounidenses diarios.
6. La deuda del Estado para con la Caja Costarricense de Seguro Social ya superó los 3 billones de colones y, como gran cosa, el Gobierno-Hacienda le abonó apenas un 1,68 %, 51 mil 738 millones de colones.
7. La tal “inflación cero” golpea a las familias de menores ingresos pues el precio de los productos imprescindibles para no morirse de hambre sigue alto.
8. La educación pública está en severo retroceso, multifactorialmente analizado.
9. El poder del crimen organizado y del negocio sucio del narcotráfico es ya inversamente proporcional a la capacidad estratégica-logística de los cuerpos policiales para enfrentarlo. La frase-concepto narcoestado se nos está volviendo familiar.
10. El sistema tributario nacional sigue tan corrupto y tan injusto como siempre… o tal vez más dada la “escapatoria fiscal” de macronegocios hacia las zonas francas.
11. El patrimonio ecológico del país está en alto riesgo.
12. La producción agropecuaria nacional parece destinada a ser una bucólica postalita de recuerdo ya que está, prácticamente, aniquilada.
Don Rodrigo, escribió usted en su artículo, en el párrafo final, lo siguiente: “Que 2024 sea el año en el que alcemos la mirada, discutamos nuestra verdadera agenda nacional y busquemos el bienestar social de nuestro pueblo en democracia y libertad”.
Para nosotros, en la corriente sindical en la cual militamos, nuestra verdadera agenda nacional tiene la cancha marcada: a) La Constitución Política del 7 de noviembre de 1949 y que este año, 2024, cumple 75 años de su entrada en vigencia y b) La serie de tratados internacionales en materia de Derechos Humanos (DD.HH.), firmados, ratificados y protocolizados por Costa Rica.
Es en esta cancha marcada donde ubicamos los 12 aspectos arriba mencionados (hay más, por supuesto) que vemos como pilares de nuestro estado de desigualdad, prácticamente, sistémica.
Considerando criterios como los del célebre sociólogo y prestigioso académico universitario español Manuel Castells, Costa Rica tiene su democracia liberal en crisis, estamos sufriendo una crisis de legitimidad política. Este autor nos recuerda que “la fuerza y la estabilidad de las instituciones dependen de su vigencia en las mentes de las personas”.
Castells afirma que, en democracias como la nuestra, se ha dado la formación de una clase política que trasciende ideologías y que cuida su oligopolio, lo que da paso tanto a la decepción que erosiona la legitimidad como a la resignación que produce la indignación.
¡Pues sí! Así percibimos a la Costa Rica de 2024 y en menos de un mes gran prueba pasaremos: las Elecciones Municipales. Don Rodrigo, ¿qué sigue?
Secretario General Asociación Nacional de Empleados Públicos y Privados (ANEP)
