En la frontera entre Panamá y Costa Rica, los taxistas han manifestado su malestar debido a la prohibición de llevar a migrantes que ingresan por el sur del país y se dirigen hacia el norte, muchos de ellos en busca del sueño americano debido a las difíciles situaciones políticas en sus lugares de origen.
Los taxistas afirman que se ven obligados a rechazar solicitudes de extranjeros que desean viajar desde Paso Canoas hasta Peñas Blancas, es decir, hacia la frontera con Nicaragua.
Esta restricción se debe a que únicamente dos empresas autobuseras tienen la autorización para transportar a los migrantes de una frontera a otra, con el objetivo de evitar aglomeraciones en la Gran Área Metropolitana (GAM).
Las empresas autobuseras se encargan de trasladar a los migrantes desde la frontera sur hasta Nicaragua, en un trayecto que abarca aproximadamente ocho horas. Para utilizar este servicio, los pasajeros deben pagar un pasaje de 17.000 colones por persona, equivalente a 27 dólares.
Por lo anterior, muchos taxistas han perdido la posibilidad de efectuar los viajes que las líneas autobuseras están llevando a cabo. Los choferes argumentan que como prestadores del transporte público deberían poder brindar el servicio a los migrantes y se sienten desorientados por la falta de información sobre las restricciones existentes.
En una reunión con las autoridades de Migración, Luis Delgado, uno de los transportistas afectados, expresó su desconcierto por la situación y cuestionó por qué se les niega el derecho a transportar a los migrantes, cuando su contrato como taxistas no les prohíbe hacerlo.
“Siento que estamos a ciegas, porque no nos han dicho que podemos hacer o qué no, ningún momento en la vida. Eso es una de las inconformidades que debe saber porque no sabe qué podemos hacer”, externó Delgado en la reunión.
Por su parte, las autoridades de Migración aclararon que las directrices sobre el traslado de migrantes fueron autorizadas por el Consejo de Transporte Público (CTP).
A pesar de que la Policía Profesional de Migración realiza controles para evitar que los transportistas trasladen migrantes, señalan que los permisos y regulaciones corresponden al CTP y no a la Dirección General de Migración y Extranjería (DGME).
En vista de esta situación, los taxistas esperan reunirse con los altos jerarcas de la DGME para encontrar una solución a este problema que afecta a su gremio y a su economía.
Por ahora están a la espera de ser atendidos por los altos mandos de Migración.
PERIODISTA: Yiren Altamirano Bolaños
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Jueves 27 de Julio, 2023
HORA: 11:00 PM
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