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Sucesos

Familias damnificadas encaran al presidente de la CNE

Aseguran que nadie las alertó de lo que sucedió en Calle Carvajal de Los Chiles, Aguas Zarcas

  • El lodo se ve por todas partes en Calle Carvajal de Los Chiles, Aguas Zarcas

  • Todo se quedó pegado en el barro tras la cabeza de agua

  • “Dios tiene un propósito para todo”, Ronald Sojo Arias

  • “Busco casa a 10 kilómetros de un río”, Felipe Romero

Al menos 20 familias que resultaron afectadas por la embestida del río Aguas Zarcas le reclamaron a Alejandro Picado, presidente ejecutivo de la Comisión Nacional de Prevención de Riesgos y Atención de Emergencias (CNE), que nadie las alertó de la situación que se vivía montaña arriba en Aguas Zarcas.

Nacira Quesada fue una de ellas y no se guardó nada contra el funcionario, quien atinó a buscar el diálogo.

“Es mentira que nos habían advertido. Dijeron que habíamos cerrado las cortinas de nuestras casas y que había alerta y nunca hubo nada. Somos una comunidad organizada y educada, en otro lado ya hubiesen quemado llantas.

Una hora y media duró todo. Creo que soy la que menos perdió y fue de alrededor de ¢12 millones. Tenemos deudas y debemos cancelar. Tuve que despedir a mis cuatro empleadas y no sabemos cómo vamos a seguir adelante”, declaró.

Por su parte, Picado manifestó: “Hago un llamado vehemente al sector turístico para que no naveguen en el río San Carlos. Estamos monitoreando también el río Aguas Zarcas para evitar que la gente lo haga y evitar una desgracia”.

 

¡OJO AL CRISTO!

 

DIARIO EXTRA supo de manera extraoficial que un deslave desprendió aproximadamente 120 hectáreas de montaña y no se descarta que sea más, ya que al parecer esa zona es muy inestable.

El presidente ejecutivo de la CNE manifestó que los amigos de lo ajeno robaron en una casa una escalera y una plantilla eléctrica.

“La naturaleza es cruel y los vecinos hicieron lo correcto, ahora estamos garantizando la seguridad a las personas que lo perdieron todo. Pido respeto para ellos, por lo que estamos acordonando la zona para evitar acciones delictivas.

Estamos cansados. Se ha hecho un trabajo, no concluyen las labores. Esperamos recibir información de los geólogos para tomar decisiones. Hay cinco puntos críticos, seguiremos adelante trabajamos con 18 instituciones”, puntualizó. Trascendió que tanto las viviendas como los negocios tenían los respectivos permisos de ley, sin embargo, años atrás le hicieron una curva al río y en esta ocasión las aguas volvieron a su cauce original.

Las autoridades manifestaron que dos albergues permanecen abiertos (Boca Arenal y La Marina) y se estima que las pérdidas llegan a ¢1.000 millones.

 

TEMEN QUE CAIGA

 

Los vecinos de Aguas Zarcas aseguran que por los constantes aguaceros no dejan de pensar en lo peor y que falta parte de un cerro por desplomarse. 

Emily Barrantes en medio del llanto vio cómo en segundos perdió el esfuerzo de muchos años.

“Tanto llorar y por dicha nos dejaron entrar 20 minutos. Logramos sacar papeles, una caja fuerte, la cocina intacta y ollas, por lo que agradezco a las autoridades.

Los vecinos sacaron muchas pertenencias, algunas sucias y otras intactas en medio de capas de lodo. Es impresionante lo que vivimos, son muchos años de trabajo tirados a la basura”, recordó.

En las próximas horas las autoridades presentarán un informe sobre lo evaluado.

 

LOS ROSTROS DE LA TRAGEDIA

 

“Algo nunca antes visto”

Juan Carlos Brenes, dueño del local de eventos La Ponderosa, manifestó a DIARIO EXTRA lo sucedido.

“Hace 12 años compramos la propiedad de 5.000 metros cuadrados. Vivo con mi familia, mi negocio lo perdí luego de que el río Aguas Zarcas lo arrasara. Recuerdo que a las 2 p.m. empezó a llover y no paraba. Vi caer las primeras avalanchas, eran fuertes, por lo que salimos y vimos desde afuera.

A las 5:30 p.m. entramos un poco, a pesar de que era riesgoso, y de pronto se vino una que no dejó rastro. El barro es de 3 metros de profundidad, la piscina tenía 1,70 metros de profundidad y ni se ve”, narró.

Brenes, angustiado, agrega que al menos 18 personas se quedaron sin casa.

“Es un evento único, algo nunca antes visto, nada se compara con esto. Dejó aproximadamente 3 hectáreas afectadas y tuvimos que dormir en la casa de otra familia. El río hace mucho ruido y no para de llover. El cauce del río se ensanchó 100 metros. Ahora buscamos llegar a la casa, ver el estado de la estructura de la casa y del negocio, y empezar de nuevo.  Hay un riesgo de que una cabeza de agua llegue a Calle Hernández, que está expuesta por el río y donde viven alrededor de 130 familias”, agregó.

 

“Tenemos miedo”

Daniel Brenes, afectado y asustado por lo sucedido en su comunidad, agrega, en medio de lágrimas, que solo le quedan los recuerdos.

“Tengo seis años viviendo en Calle Carvajal. Lo que más me duele son los recuerdos que tuve en mi casa con mi esposa. Estábamos almorzando, el río creció muy rápido y se desbordó.

La avalancha venía por la finca del vecino y vimos todo. No hemos podido entrar a traer nada, la draga abrió paso para sacar los tres vagones y dos pick ups. Nos preocupa que sigue lloviendo fuerte y el nivel del río aumente”, relató.

Abrazado a su esposa, Brenes, quien tiene a sus hijos en Limón, dice que por las noches no puede dormir.

“Si se da algo en la noche, no nos dará tiempo de salir. No hemos podido ir a trabajar con la maquinaria que quedó atrapada, por ahora dormimos en un hotel cercano”, afirmó.

 

“Dios tiene un propósito para todo”

Ronald Sojo Arias, afectado, dice que esta es la primera vez que ve un evento de esta magnitud.

“Vivo con mi esposa. Dios tiene un propósito para todo y le agradezco que estemos vivos. Lo material se repone. Mi esposa y yo vivimos aquí hace cinco años.

Habíamos salido a Limón, de donde mis hijos. Vi lo que sucedía por las noticias, por lo que nos vinimos de inmediato. De camino me comuniqué con los vecinos, quienes me dijeron que era un desastre”, aseguró.

Agrega que llegaron en la noche y no les permitieron ingresar. “Todo está lleno de barro, más de 1,5 metros de altura. Nadie puede pasar, solo una draga que abre camino. El menaje se lo llevó el río, la casa quedó vacía.

Estoy en el aire. Solo me queda la impresión de ver la casa que construimos con el esfuerzo de toda la vida, ahora vivo una pesadilla, no hay palabras. Nos quedó la maleta porque estábamos afuera de la casa”, comentó.

 

“Busco casa a 10 kilómetros de un río”

Felipe Romero tiene cinco años de vivir en la zona del desastre y asegura que esta es la primera vez que enfrenta algo similar.

“Sí había crecidas, pero la magnitud de esta es inmensa. Mi esposa y yo decidimos ir a desayunar afuera en familia y horas más tarde vimos en las noticias lo que estaba pasando, por lo que de inmediato nos vinimos.

Son minutos lo que dura el agua, no pudimos pasar y cuando llegamos encontré el portón abierto. Una gente lo abrió para sacar mi caballo y soltaron los cinco perros que tengo. El patio colinda con el río”, detalló.

Romero indica que el cauce fue movido tiempo atrás. “Estaremos años en esa zozobra. Hicieron diques arriba y el río pasaba detrás de la casa. Pasamos la noche en el carro al otro lado del puente.

Le dije a mi esposa que se fuera a buscar casa porque esto va a seguir, por lo que le pedí que fuera a 10 kilómetros de un río. No quiero más sustos, esto no es vida”, acotó.

 

 

PERIODISTA: Manuel Estrada

EMAIL: [email protected]

Martes 25 de Julio, 2023

HORA: 12:00 AM

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