Museos institucionales
Editorial
Preservar el patrimonio tangible histórico de las instituciones públicas enriquece el acervo cultural de Costa Rica. Ciertamente el Museo Nacional, desde hace más de un siglo, empezó a rescatar algunas piezas de valor histórico, aun así, la muestra es ínfima si la comparamos con la gran cantidad de objetos públicos y privados que a nadie le interesó preservar con el paso de los años.
Algunas instituciones como el ICE y Bomberos de Costa Rica, para citar tan solo dos ejemplos, cuentan con algún museo o sala donde se exhiben algunos objetos y fotografías que muestran parte de la historia y desarrollo de esas instituciones. Dichosamente, en Pueblo Antiguo se encuentra una réplica de un tranvía marca Brill, de los que funcionaron hasta 1950, así como dos camiones de bomberos Ford y una locomotora AEG con algunos vagones, entre otras cosas.
En el caso del Incofer, en la estación central del Ferrocarril del Pacífico se tienen dos locomotoras de vapor y al menos una locomotora AEG eléctrica (la número 3 de fabricación alemana) de las primeras de tracción eléctrica que ingresaron al país en 1930. Pese a lo anterior he de decir que, el 26 de mayo del 2019, envié una nota a los altos personeros del Incofer sobre el aspecto de preservar las locomotoras Siemens 130, 131, 132 y 133 importadas a finales de los años 50, así como otras locomotoras electro diésel General Electric que fueron muy emblemáticas. El 27 de abril de 2023, cursé otra nota sobre el mismo asunto, pero resulta que luego me enteré de que las locomotoras Siemens 131, 132 y 133 (la 130 fue donada hace unos años a la comunidad de Orotina) fueron desarmadas, y al parecer las Alstom Siemens importadas en 1981, estarían en proceso de desarmado. Lo anterior refleja la falta de conciencia actual en el Incofer, en cuanto a preservación histórica.
Fuera de este hecho, es posible que en otras instituciones aún queden unos poquitos objetos materiales que se puedan declarar como piezas históricas, para luego ponerlas en exhibición. Sin embargo, le debiera competer al Ministerio de Cultura valorar tales artículos. Esperemos que más personas o funcionarios públicos mediten sobre este asunto, y traten de conservar y rescatar este tipo de cosas.
