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Opinion

El costarricense y su salud

Editorial

Cada día se percibe un grave deterioro en la salud de los costarricenses por la falta de atención temprana de enfermedades porque la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) no implementa programas de cuidado preventivo.

Si uno escucha a los asegurados cuando se refieren a sacar citas para que le atiendan alguna dolencia porque se sienten mal, se las programan para un año después.

A veces acuden a emergencias y desde que llegan les cuestionan si deben entrar al centro médico. Un guarda, quien no sabe ni papa de medicina, es el que decide si ingresan o no. 

Cuando el asegurado logra entrar le toman los signos vitales y luego le dan un papel para que se vaya a sacar una cita a un equipo básico de atención integral en salud (Ebais), mientras tanto la enfermedad continúa agravándose.

Al día siguiente hace fila en el Ebais y los administrativos le dicen que lo atenderá un doctor equis día en el hospital.

¿Dónde está aquella medicina preventiva que ayudaría mucho a no gastar los recursos innecesariamente?

La CCSS siempre habla de la falta de recursos. Cómo no si los despilfarra en atender al asegurado cuando este ya necesita una tomografía axial computarizada o una cirugía porque su enfermedad avanzó demasiado.

¿Cuánto le cuesta a la Caja amputar un miembro a una persona con diabetes o un seno a una paciente de cáncer, todo por no programar citas a tiempo?

Por ejemplo, en tiempos de pandemia por Covid-19 la Caja daba prioridad a los contagiados por el virus y los demás no éramos importantes, como si nos hubiera dejado de rebajar el monto mensual correspondiente al seguro de salud.

Vimos al padre de un compañero de trabajo perder un pie por diabetes simplemente porque llegó a emergencias y al médico no le dio la gana atenderlo y revisarle el dedo, que ya tenía morado.

Esa lesión propició que meses después le amputaran ya no solo el dedo, sino el pie, todo por la irresponsabilidad de un profesional en medicina que solo atendía casos de Covid-19.

Es deprimente ver las enormes filas para ser atendido en centros médicos de la CCSS y mendigar un servicio que no es gratis porque cada mes pagamos la cuota correspondiente al seguro de salud.

Muchas personas que la institución atiende ni aseguradas están y los que pagamos terminamos yendo a clínicas privadas. Esta situación a todas luces es injusta porque tras que la Caja nos rebaja del salario el monto correspondiente hay que pagar medicina privada para sentirnos mejor.

Uno a veces se pregunta si será un negocio hablado entre médicos y clínicas privadas o si será que ahora somos un país como la Madre Teresa de Calcuta, que la CCSS nos rebaja del salario para que los migrantes acudan a ella, financiados por los que sí pagamos.

Es duro ver lo que sigue sucediendo en Costa Rica y que esto, en lugar de mejorar, continúa empeorando y costándonos más a cada costarricense o asegurado.

La Caja Costarricense de Seguro Social requiere con urgencia una auditoría externa y evaluar salarios de sus planillas versus la calidad de los servicios que presta a los asegurados.

Si se atiende a un paciente a tiempo, la institución se ahorraría una suma considerable, pero mientras no exista conciencia de su personal, ese servicio tenderá a ir hacia la baja.

PERIODISTA: Redacción Diario Extra

EMAIL: [email protected]

Sábado 15 Julio, 2023

HORA: 12:00 AM

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