Las personas mayores de 50 años y que viven en el centro de Zarcero están con un gran dolor en su corazón pues la última pulpería del pueblo cerró sus puertas. Se trata de la Nueva Sevillana, la cual estaba a cargo de Ricardo Morales Marín de 97 años, conocido como “Cayo”, y su esposa Zoraida Paniagua de 75 años.
Acá muchos recuerdan cómo iban a comprar el pan en las mañanas, los famosos bolis, los paquetitos de chucherías que guindaban con prensas y algunos aprendieron todo lo que saben de canarios gracias a ellos que tenían gran cantidad de jaulas con estos animalitos que con su canto alegraban el día.
Cuando ellos empezaron existían 7 pulperías; en la actualidad solo quedaba la Nueva Sevillana. Después de 60 años no se puede decir más que hay un cúmulo de sentimientos encontrados. Este lugar es un ícono comercial del siglo pasado el cual era atendido por su propietario (zarcereño de pura sepa). Asimismo, más de uno posee historias, pero sus compradores también mantienen muy claro que ambos tienen derecho a descansar.
Entre los relatos están las jugadas a las escondidas y el quedó; sin lugar a dudas a más de uno le dieron su primer beso en las inmediaciones de esta pulpería aprovechando que le había tocado ir a hacer un mandado.
ENTRE LÁGRIMAS Y RISAS
El día que se pusieron a desocupar urnas y a llevarse los chunches más de uno tuvo que pasar a despedirse. Grandes y chicos no pudieron evitar echar una que otra lágrima porque este par de señores son como los abuelitos y papás de muchos.
Según comento don Ricardo, entre suspiros, cuando puso la pulpería no existía la carretera que va hacia San Carlos y la abría a las 5:30 a.m. hasta las 5:00 p.m. y eso es mucho que decir pues ya estaba muy oscuro.
Y tuvo que tomar la decisión de cerrarla pues ya no generaba ganancias para mantener el alquiler, gastos de luz, agua y otras necesidades, y es que la gente ya solo compra en los grandes supermercados.