La actriz y esposa del reconocido modelo nacional Greivin Morgan, Sheiris Montero, recientemente habló sobre una situación que le resulta incómoda.
Montero les contó a sus más de 97 mil seguidores lo mucho que la mortifica ir a “bucear” en los famosos “outlets”.
La conversación con sus seguidores viene de días atrás, cuando la curvilínea les hizo saber que le generaba ansiedad estar en dichos comercios, sin embargo, recientemente decidió “aventurarse” para vivir la experiencia.
En su red social de Instagram, y por medio de las historias, Montero inició preguntando por asesoría y acompañamiento en dichos centros de comercio.
Tras esa pequeña introducción, continúo relatando su estadía en uno de estos lugares.
“Ok empecemos… se supone que el atractivo de este outlet es que tienen cajones llenos de ropa de Shein (reconocida marca de ropa) y que se compran 2 bolsas en 4000 colones, pero honestamente las 5 bolsas que he abierto son cosas que no me llevaría ni regaladas, definitivamente es suerte y paciencia lo que se ocupa para revisarlas todas y encontrar algo que valga la pena”, externó Sheiris.
En la historia, continúo diciendo:
“Amigos no, en este primero no la dimos, no la di mucho. Se supone que ese era su fuerte (los cajones con dicha marca ya mencionada), uno se imagina que va a encontrar ropa muy chiva, pero no son puros topcillos baratillos y unos shorcillos”.
En su segundo “outlet”, la actriz comentó que la entrada del lugar la impresionó, pero cuando ingresó al recinto le daba ansiedad.
“No, no, no, amigas, no era un buen día. Resulta que hoy estaba todo lo de los cajones 2x¢1000, imagínense cómo estaba eso. La gente parecía como cuando era pandemia y se peleaban por comprar el papel higiénico, ya no quedaba nada, era pura basura”, sentenció.
“Yo siento que no es lo mío, como que tengo que andar acompañada para que me cuiden y guíen, no, no, admiro mucho a quienes van y encuentran cosas”, agregó.
“Hay cosas para las que uno no nació y hay que aprender a aceptarlas. Yo no nací para andar revolcando chunches y metiendo las manos y yo no sé, aparte como que siento que huele como a cucaracha y comida de ratón. Yo ojalá meterme a una página y así elegir las cositas con calma, eso es lo mío”, concluyó Montero en sus historias.