A semana y media de haber sido nombrada en su nuevo cargo, la ahora ministra de la Presidencia Laura Fernández Delgado recibió en su despacho a un equipo periodístico de DIARIO EXTRA para una entrevista, durante la cual explicó qué tipo de rol tomaría tras asumir dicha cartera.
Antes de ser nombrada por la salida de Natalia Díaz, su antecesora, Fernández estuvo poco más de dos años al frente del Ministerio de Planificación Nacional y Política Económica (Mideplán), desde el inicio de la actual Administración, puesto que mantiene por recargo de forma interina.
Durante su gestión, llevó a cabo la implementación del proyecto de Ley de Empleo Público y recientemente fue una de las figuras principales en la construcción de la Ley Jaguar.
Ahora, la jerarca asume el rol de Presidencia en medio de las sesiones extraordinarias y las vacaciones de los diputados. Desde su silla, tendrá que empujar la agenda de trabajo durante los periodos que en el Ejecutivo marque la agenda de la Asamblea, además le corresponderá mantener reuniones constantes con los jefes de fracción para revisar el avance de los proyectos que son de interés para el Gobierno, aunque, según afirmó al Periódico de Más Venta en Costa Rica, ese no es precisamente su estilo.
¿Qué pasa ahorita entre el Ejecutivo y la Asamblea?
– La aprobación de leyes es una tarea completamente propia de la Asamblea Legislativa, el Poder Ejecutivo puede llevar adelante una sana coordinación entre poderes de la República, pero la independencia funcional de criterio, de toma de decisiones, reposa completamente en la Asamblea. Son los señores diputados los que deciden cuál es su forma de parlamentar y para eso es el Parlamento, ellos serán los que deben rendir cuentas de su labor y, si les parece que esta es la manera adecuada de trabajar, ya eso es una responsabilidad que reposa completamente en ellos.
¿Cómo se va a manejar la cercanía con los diputados?
– Yo no creo en la “reunidera” por “reunidera”, estar ocupado no es sinónimo de ser productivo, por supuesto que vamos a tener reuniones de trabajo, espacios de diálogo, pero siempre con el enfoque, eso es parte de mi forma de ser como tomadora de decisiones, porque sentarnos a conversar, mejor lo hacemos en los tiempos libres.
¿Usted criticó el modelo de trabajo de Natalia Díaz?
– Yo no critiqué a doña Natalia, lo que hice en esa reunión de jefes de fracción fue responder una pregunta de un diputado de cómo iba a ser mi operativa, yo no juzgo la gestión de mi antecesora, yo vengo a revisar cómo se están trabajando las cosas, percibo algunas cosas que creo puedo hacer de una manera distinta. Yo tengo mi estilo propio de trabajo, mi estilo propio de gerenciamiento y tengo muchos años de experiencia en la función pública, en la gestión pública, y eso pienso ponerlo en práctica en este nuevo cargo.
¿Por qué no se da un avance en los proyectos con la velocidad que la ciudadanía esperaría?
– Ya el avance en la aprobación de los proyectos no depende del Gobierno, sino depende de la velocidad con que los proyectos son puestos en discusión, en trámite. Recordemos que en temas, por ejemplo, de seguridad nacional, es necesario comprender a las diferentes partes, es necesario escuchar diversos criterios. Yo creo que esa etapa de diálogo ya se ha hecho ampliamente en estas mesas de trabajo que se hicieron y que ahora el paquete de proyectos está bastante consensuado y pues deben ir caminando.
Con las reformas propuestas a los roles de la Contraloría en la Ley Jaguar, ¿cómo usted insiste en que no se le está quitando poder?
– Si usted revisa las funciones que le da la Constitución a la Contraloría y si usted revisa los roles de fiscalización y de control, usted no va a encontrar ninguna de esas en las reformas que vienen en la Ley Jaguar, ya que nunca se le establecieron como funciones a la Contraloría, esas son funciones de la administración activa que la Contraloría, con el paso de los años, ha ido desarrollando por su propia cuenta. ¿Por qué yo insisto en que esto es fortalecer y no disminuir y no afectar a la Contraloría? Porque qué mejor beneficio para una institución pública que tener claridad en sus competencias, que sepa cuáles son sus roles, que sepa cuáles son sus tareas.
Ustedes pueden dar garantía de ética en esta Administración, pero ¿qué pasa después, cuando llegue otro Gobierno, con las reformas que se aplicarían a la Ley? ¿No desaparecen puestos de control?
– No se están quitando todos los controles, en eso hay que ser muy claro, recuerde que existe todo un sistema de control en las diferentes instituciones, hay controles presupuestarios, hay auditorías internas, hay una ley de control interno superfuerte. Aquí nadie está tratando de abrir un portillo ni a la corrupción ni a malos manejos de los fondos públicos, todos los procesos de control activo y los roles de los jerarcas siguen intactos, jerarca que se jale una torta, jerarca que tiene que enfrentar su responsabilidad civil, penal y administrativa como corresponde.
Al recibir la advertencia de la Contraloría con Ciudad Gobierno, ¿por qué no buscaron otra forma de construir?
– Porque precisamente eso es parte de los estudios que estaban avanzando, se estudia primero una deuda, fideicomiso, una concesión, se estudiaron todos, bueno, se estaban estudiando hasta que nos frenaron.
La Ley Jaguar es muy técnica, ¿usted cree que la gente la pueda entender para un referéndum?
– Yo creo que el pueblo de Costa Rica no es tonto, que la gente del país va a poder entender, va a leer, va a comprender que aquí no se trata de debilitar a ninguna institución. Cuando se hizo el TLC con Estados Unidos, fue la cosa más compleja del mundo, viene materia tributaria, materia de gestión pública, materia fiscal, aperturas y todos se les pudo explicar al pueblo de Costa Rica. Creo que estamos empezando, porque en este momento lo que se le ha pedido a la Asamblea es que habilite la posibilidad de hacer el referéndum, no que entremos a la discusión por el fondo. Una vez que avance el trámite en la Asamblea, pues habrá que hacer por supuesto mayores sensibilizaciones.
¿Dará tiempo para realizar el referéndum?
– Sí, yo creo que sí nos va a dar tiempo y, si no da tiempo, habrá que explicarle al pueblo de Costa Rica, porque tenemos un año de tiempo para hacer el referéndum, incluso con los trámites y los diferentes requisitos que el Tribunal Supremo de Elecciones (sea para la iniciativa ciudadana) o que la Asamblea Legislativa (para aprobar la iniciativa del Ejecutivo) esperaría que sí alcance, a mí me parece que un año es un montón de tiempo.
¿Y después? ¿Descarta una aspiración presidencial?
– Sobre eso, son rumores y cosas que han empezado a decir. Yo tengo una prohibición para hablar sobre esos temas y ustedes la conocen y de verdad se lo digo con toda la transparencia del caso, yo estoy superocupada aquí como ministra de la Presidencia, tratando de hacer todo el trabajo que pueda y sería una deslealtad no solo con el presidente, sino con el pueblo de Costa Rica estar uno en un cargo tan importante distrayéndose, pensando en otras cosas.