Primer partido y primer golpe para el Monstruo. Si por la víspera se saca el día, el Apertura 2022 no pinta muy bien para los intereses de un Saprissa que cayó 2-0 en la jornada inaugural, durante su visita a unos Guerreros del Sur que, en el estreno de Luis “Yiyo” Marín en el banquillo, hicieron honor a su mote.
Desde antes del pitazo inicial el asunto ya pintaba mal para la “S” porque Jeaustin Campos tuvo que ingeniárselas para reajustar su once inicial sin Javon East ni Luis Paradela, a quienes un documento legal relacionado con el permiso de trabajo les impidió debutar con la casaca morada, diezmando la suplencia.
El Monstruo, solo con los refuerzos de Youstin Salas, Pablo Arboine y un joven canterano de nombre Álvaro Zamora como novedades, puso en práctica un estilo ordenado, directo y simple, pero a la vez poco efectivo como para decir que tenía la iniciativa.
En la contraparte, muy al estilo de Yiyo Marín, se forjó un compacto bloque defensivo.
UN JUEGO PLANO
No era lo que se esperaba, pero el juego poco ofrecía al esta vez mal llamado espectáculo del fútbol. El Saprissa quería ir al frente y no podía, mientras que los Guerreros no hacían por dónde atacar, lo que dejaba como resultado un juego plano.
Aun cuando la primera mitad daba para que los ceros en la pizarra se mantuvieran como mínimo hasta el descanso, una individualidad de Manuel Morán, quien pasó en medio de una más que deficiente marca de Youstin Salas y Walter Cortés, permitió al panameño sacar un centro sin mirar para que Axel Amador mandara a guardar el cuero en 26’.
LO QUE MAL EMPIEZA…
Si para el Saprissa no había por dónde pasar la zaga generaleña, en desventaja menos. Esta misma lectura hizo Jeaustin Campos, a quien no le quedó más opción que reacomodar lo que tenía en el campo y con tres permutas posicionó un cuadro más ofensivo para la última media hora del cotejo.
Si bien la intención de los morados era muy clara, en el rectángulo otra canción sonaba, al tiempo que los pezeteros no cedían en su propósito de iniciar el certamen con el pie derecho y poco le faltó al portero generaleño Jussef Delgado para echar raíces.
Bien dicen que lo que mal empieza, mal termina.
Eso le pasó a la “S”. Una pena máxima en contra a falta de 5 minutos para el final, que Stwart Pérez cambió por otro gol, puso el último clavo al ataúd morado, que tendrá un largo retorno por el Cerro de la Muerte.