El ser humano por naturaleza quiere que las metas que se ha propuesto le suceda pronto. Ya sea bajar esos kilitos de más, tener u olvidar una pareja, obtener un buen trabajo, entre otros. Y eso se debe a la prisa con la que vivimos.
Esta inmediatez puede llegar al estrés gracias a la frustración que sientes en el momento que no logras obtener lo que quieres de una forma rápida, explica el coach internacional, David Montalvo.
“El problema de la inmediatez, es que nos auto generamos un alto grado de frustración por no tener lo que queremos cuando lo queremos, al tiempo que, nos disminuye nuestra capacidad de disfrute. Es un martirio vivir así. Precisamente por estar en búsqueda del placer instantáneo y pasajero, que nos impide gozar del presente”, señala Montalvo.
En sentido, que una persona tenga prisa puede afectarla psicológicamente.
Por ello, Montalvo nos indica cuatro hábitos para vivir sin prisa ni estrés:
1. Aprende a esperar
En este punto entra la paciencia, que si bien adquirirla es todo un trabajo, es lo mejor que puede ayudarte a esperar. Así que ten fe y confianza en ti mismo, porque eres tú quien trabajará por obtener eso que tanto quieres.
2. Los pequeños logros deben ser celebrados
Durante el camino que estés forjando para lograr tu objetivo, tendrás pequeños logros, disfrútalos y celebra por ellos.
3. Ten un plan B
Tener un segundo plan, te permitirá revalorar y reorientar tu estrategia para obtener lo que quieres, es decir, tendrás otro camino que te permitirá llegar a él.
4. La estrategia del tomate
De acuerdo a Montalvo, esta estrategia se basa en tomar cualquier alimento, observar, percibir su aromas, sentir su textura, para que lo vivas y no lo consumas inmediatamente. Esto es algo que en definitiva te enseñará a tener atención plena y lo podrás aplicarlo a otras áreas de tu vida.
En definitiva, estos consejos te permitirán llevar una vida más paciente y mucho más tranquila, es decir, te brindarán mayor bienestar, ya que la prisa y el estrés no formarán parte de ti, sino que más bien dejarás que las cosas sucedan cuando tengan que suceder, pero por supuesto, si te encuentras trabajando por ellas.