No solo hubo un incremento en la demanda de papel higiénico con la llegada del Covid-19, sino también de arroz.
La Corporación Arrocera Nacional (Conarroz) registra que durante el mes de marzo se incrementó el consumo en 10 mil toneladas métricas.
Se pasó de una cifra de consumo de 33.880 a 44.356 toneladas de arroz en granza. No obstante, el precio se mantuvo estable.
Los productores están atribuyendo este comportamiento a que este se encuentra regulado.
El decreto de fijación No.42014-MEIC del 6 de diciembre del 2019 contempla la regulación vigente del precio de la presentación de consumo popular, 80% grano entero en ¢620 por kilogramo.
Este mecanismo regulatorio pondera los precios de la producción nacional, la importación por contingente cero aranceles y por desabasto para así otorgar el precio más bajo al consumidor y poder fomentar el cultivo del arroz nacional.
Según José Luis Bolaños, presidente de Conarroz, aunque la industria ha mantenido una fuerte demanda de las empresas comercializadoras se mantuvo el precio de ley, sin que existieran especulaciones para el consumidor y se logró cubrir el requerimiento de toda la población.
Como es usual cuando la gente demanda mucho un producto, el precio tiende a subir, pero en este caso no ocurrió así.
PRECIO INTERNACIONAL AL ALZA
Conarroz mantiene un monitoreo permanente de los precios internacionales del grano, según el estudio de los últimos 45 días se reportó un incremento de aproximadamente 13%.
Pese a esta condición, el precio local se ha mantenido estable debido a la normativa regulatoria que prevalece en el país.
“Sin la regulación del precio del arroz no habría producción nacional de este grano. Este mecanismo de protección es el que permite que aún existan 33.000 hectáreas de cultivo que, además, generan más de 20.000 empleos en zonas rurales deprimidas”, mencionó Luis Gerardo Corea, productor y presidente de la Asamblea Nacional de Productores.
Recientemente se habló de importar 60 mil toneladas adicionales para tener reservas para todo el año.