La imagen que se vio ayer en el Estadio Nacional es lamentable e indignante. Otra vez el fútbol nacional se ve manchado por una barra organizada. Padres corriendo con sus hijos para protegerlos de una turba manuda que amenaza con agredir lo que se le ponía en frente, mujeres saltándose las barandas para ponerse a salvo y un joven que solo atinó a ponerse las manos en la cara mientras lo agredían entre 4 o 5 vándalos, que dicho sea de paso aprovecharon el ataque para robarle sus pertenencias, como se observa en las imágenes de la televisión.
Cuando corría el minuto 41 entre Cartaginés y Alajuelense el central Henry Bejarano detuvo el partido al observar desde las graderías aficionados blanquiazules corriendo porque los venía siguiendo la barra alajuelense, que anduvo como perro por su casa por el Estadio Nacional, ante vista y paciencia de un grupo pequeño de seguridad privada y la ausencia notoria de seguridad pública.
Los mismos jugadores, miembros de los cuerpos técnicos y dirigentes estaban preocupados porque en las graderías estaban sus familiares.
El cuarteto arbitral sonó el silbato y se refugió en el túnel de inmediato, mientras que los futbolistas se aseguraban que sus familiares estuvieran a salvo.
Mientras tanto, seguidores paperos se saltaban por donde pudieran para refugiarse dentro de la gramilla, único lugar a salvo que encontraron.
Los clubes no le ponen mano dura a las barras y se siguen presenciado hechos lamentables. Lo de ayer pudo haber llegado a más, a vista de los dirigentes del fútbol.
Hay que aclarar que la 12 fue la que puso la nota negativa del clásico provincial, no el resto de liguistas que llegaron de verdad a apoyar a su equipo, y que más bien comenzaron a gritar “fuera, fuera, fuera” a la misma barra reprochando su accionar.
TRABADO
De los 41 minutos que se vieron en la cancha del Nacional, Alajuelense se veía más sólido, con mejor toque de balón, más agrupado para llegar a la portería de Luis Torres.
Cartaginés estuvo replegado atrás y de mediacancha para adelante sumaba pocos efectivos para llevar serio peligro.
Ariel Rodríguez al minuto 3 y Kenneth García al 5 estuvieron cerca de abrir el marcador para los liguistas, y del lado brumoso, Andrés Lezcano remató fuerte a las manos de Pemberton.
Los 4 minutos restantes para que termine la primera mitad y el complemento se disputarán hoy a las 3 p.m. en el mismo escenario, solo que a puerta cerrada.