Paratleta Andrés Molina cuenta la historia de su centro deportivo
Para cumplir uno de sus sueños profesionales el parataekwondista costarricense Andrés Molina debió renunciar a un anhelo de toda la vida: tener casa propia.
Después de 10 años pagando alquiler para mantener abiertas las puertas de su academia de taekwondo, hace un mes el atleta paralímpico de París 2024 inauguró su propio local, al cual trasladó el Centro Deportivo Molina, en Paraíso de Cartago.
“Ha sido mucho trabajo, sacrificar horas familiares, meses fuera del país para tener resultados que me ayudaron a obtener ingresos económicos”, comentó.
El camino para ver su deseo hecho realidad fue largo, tanto que hasta vendió su casa. “No son decisiones fáciles. Era como sigo con el sueño que ya tenía con mi casa, en donde tengo a mi familia, o llegar y hacer algo más grande para cumplir otro sueño: tener dónde entrenar mejor e impulsar más atletas, y al final me ganó eso”, comentó.
El parataekwondista explicó que los objetivos de su academia no se reducen a tener una mejor preparación para competiciones internacionales, sino también fomentar el taekwondo entre las nuevas generaciones.
Andrés Molina ya piensa la segunda etapa de su centro deportivo. “Incluye tener un apartamento con cuartos, sanitarios y comedor para que los atletas vengan a hacer campamentos. Espero hacer un lugar con habitaciones para que atletas de otros países vengan a hacer concentraciones”, agregó.
En su academia tiene inscritos más de 45 atletas que se forman en taekwondo.