La venta del Banco de Costa Rica (BCR) no resolverá el problema fiscal del país, sino que más bien podría contribuir a un encarecimiento del crédito para la población.
Así lo señaló Fernando Naranjo, economista y exministro de Hacienda, durante uno de los foros organizados por la Universidad de Costa Rica para abordar este tema.
Para Naranjo esta es una decisión de naturaleza política, que más que favorecer la competencia bancaria iría en detrimento de esta.
“Este no es el mejor momento para vender un banco estatal porque la banca internacional ve la situación económica con muchas aprehensiones y el problema de la deuda pública se puede resolver con otros mecanismos”, aseguró.
Cuestionó que el precio de venta se mantenga en $2.000 millones, pero en caso de que fuera así el aporte para reducir la deuda sería de un 3% a un 3,5% del Producto Interno Bruto (PIB) porque hoy supera los $43.000 millones.
¿PARA QUÉ VENDER LO
QUE FUNCIONA BIEN?
“Si está funcionando bien, ¿cuál es el interés en venderlo? Hoy tenemos una deuda pública por encima del 60% del PIB y el aporte de la venta dependerá en gran medida del valor real del BCR”, agregó.
Además dijo que se debe pensar bien si se quiere tener en el mercado un banco privado tan grande.
“Los bancos estatales y el Popular son un ancla importante para la estabilidad financiera del sistema bancario. Los bancos públicos juegan, aquí lo que vemos es un problema político-ideológico”, resaltó.
“En resumen, siento que no se han dado los argumentos para que uno diga que es el momento oportuno para vender el segundo banco más grande del país porque así no se va a resolver el problema fiscal”, acotó.
Daniel Ortiz, economista de la firma Consejeros Económicos y Financieros (Cefsa), quien también participó en el evento, dijo que en un banco privado priman las utilidades, en cambio en una entidad pública es más manejable.
Alegó que hay hogares cuya cuota bancaria pasó de ¢330.000 a ¢480.000 ante el aumento en las tasas de interés.
PRECIO PERDERÍA VALOR
Para Ortiz estos son elementos que deberían tomar en cuenta los diputados debido al alto desempleo -que no baja del 12%-, la caída en los salarios reales, el aumento en la pobreza y la desaceleración en el consumo de los hogares.
“Hay cuentas del Poder Judicial y de muchas instituciones que están en el BCR y una vez que se venda el banco, esas cuentas tienen que pasar a otra institución pública, eso le resta valor al BCR.
Lo que más valdría es la cartera de crédito. A mí me parece que la venta de un activo del Estado con esas características no es rápida y todavía está la pregunta de si se ocupan 38 votos”, concluyó.