En páginas web y redes sociales las personas siguen comprando vaporizadores con aceites derivados del cannabis, aunque desde el año pasado está prohibida su comercialización.
Así consta en la resolución MS-DM-RC-2381-2024, publicada en mayo de 2024 en el diario oficial La Gaceta, donde el Ministerio de Salud prohíbe la importación y venta de estos artículos por considerar que representan un riesgo sanitario.
“Dado que no están incluidos en ninguna categoría de productos de interés sanitario no se puede garantizar la calidad, seguridad y contenido, por lo que resulta necesario emitir medidas urgentes preventivas para proteger la salud de la población”, justificó la cartera.
En la actualidad los vendedores de dichos dispositivos, que pueden generar alta dependencia y problemas respiratorios, trabajan al margen de la ley, con precios que rondan los ¢40.000.
Dichas páginas ofrecen vaporizadores con aceites tetrahidrocannabinol (THC) y cannabidiol (CBD), al igual que gramos de marihuana con sabor a chicle, puros ya enrolados y otros artículos como pipas, bongs y picadoras, cuya venta está tan normalizada que ya se encuentran incluso en minisúper y licoreras.
Los pagos se pueden hacer directamente en el sitio web y se garantiza una “entrega discreta y segura” en la puerta de su casa o oficina, como si se tratara de un restaurante con servicio exprés.
“¡Denúncienlo porque están prohibidos! Ese mismo mayo del año pasado se sacó una resolución en donde se restringió esa comercialización porque el THC es prohibido. Entonces, denúncienlo y nosotros inmediatamente decomisamos, generamos las multas o las sanciones respectivas al comercio que esté vendiendo”, señaló Mary Munive, jerarca de Salud.
Los riesgos
Anteriormente se popularizó de forma rápida entre personas jóvenes el uso de vaporizadores de nicotina, lo mismo ocurrió con los que contienen dichos aceites entre los consumidores habituales de marihuana.
Según datos del Instituto sobre Alcoholismo y Farmacodependencia (IAFA), 13 de cada 100 personas utilizan estos dispositivos y cinco lo emplearon en el último mes.
La creencia de que los efectos de consumir cannabis por este medio son menores a los de la planta es todo un tema de discusión, pues hay sectores que consideran lo contrario.
“Si se vapean líquidos con marihuana concentrada, los efectos psicológicos y fisiológicos pueden ser más intensos que el uso de la planta”, señaló la Red Nacional Antitabaco (Renata), la cual agregó que causa otros síntomas típicos de la forma de consumo tradicional, como paranoia, ansiedad, ataques de pánico y alucinaciones. También llega a afectar el ritmo cardiaco y la presión arterial, ocasiona problemas de adicción y abstinencia, como ocurre con cualquier tipo de droga.
Despliegue institucional
Para enfrentar la utilización de vaporizadores con THC existe toda una estrategia entre instituciones. Por ejemplo, la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) y el Ministerio de Educación Pública (MEP) piden revisar los útiles y bultos de los estudiantes. “Para atrapar a los jóvenes en el consumo de vapeadores se incluyen los diseños atractivos de estos dispositivos que a simple vista parecen comunes como llaves mayas, mouse de computadora, marcadores o lapiceros y sacapuntas”, dijo Marny Ramos, coordinadora de la Comisión para las Clínicas de Cesación de Tabaco y Vapeo de la Caja.
Por su parte, el MEP a principios de 2024 emitió una circular en la que prohíbe el empleo de dichos artículos en centros educativos, además de contar con protocolos como “El cole sos vos y yo”, el cual se desarrolla en conjunto con el Instituto Costarricense sobre Drogas (ICD) y busca prevenir el uso de sustancias psicoactivas.