No hay duda que esta pandemia ha dado un duro golpe a la psique social y a la economía de nuestro país y que aún queda un duro tramo del camino por recorrer, antes de lograr y regresar a la “nueva normalidad”.
MASCARILLAS DEFECTUOSAS EN SUSTITUCIÓN DE ANTIVIRALES. A pesar de la entrega y acciones heroicas de nuestro personal de salud por asistir a nuestros conciudadanos contagiados por el Covid-19, estos esfuerzos han resultado insuficientes y limitados, debido principalmente a una mala planificación y política sanitaria por parte de nuestras autoridades, que han desprovisto a la población contagiada, principalmente de dos importantes herramientas clínicas: Los antivirales y las vacunas.
Lo anterior, se refleja en la creciente cantidad de decesos entre nuestra población, que al viernes pasado sumó un total de 2.672 muertes, las cuales se hubiesen evitado en gran medida de tener los fármacos apropiados. En el mundo, desde hace muchos años, se han desarrollado antivirales eficientes de amplio espectro tales como el “remdesivir”, “molnupiravir” y el “afivavir” – este último desarrollado por Rusia-. Estos antivirales entre otros, permiten un nivel más rápido de recuperación del paciente infectado, permitiendo no solo una mayor rotación de camas en los centros hospitalarios, sino también evitando que la enfermedad avance y dañe órganos vitales como el corazón, pulmones, páncreas y cerebro entre otros. Ninguno de estos antivirales es suministrado hoy por la CCSS y en su lugar se afanaron en traer mascarillas defectuosas al país.
LA OPCIÓN DE LA DIVERSIDAD: Mientras tanto países de la región como México, Argentina, Chile, Colombia, Panamá y otros muchos más, decidieron manejar varios esquemas de acceso a las vacunas existentes en el mercado mundial, Costa Rica de una forma obstinada insistió en apostar en una sola dirección y colocar todos sus huevos en un solo canasto. Hoy nuestro país esta pagando las consecuencias de esa mala “política”. Pfizer ha pospuesto – hasta nuevo aviso-, las entregas programadas para el año en curso, y se han quedado sin vacunar cientos de trabajadores de la salud y miles de docentes que iniciaran el curso lectivo esta semana, amén del resto de la población en riesgo. Otra noticia de honda preocupación, es con el anuncio que realizo la Unión Europea el pasado viernes, al manifestar que aprobó un mecanismo que impediría la exportación, fuera del territorio de la UE, de las vacunas AstraZeneca, Pfizer y Moderna conta la Covid-19. Costa Rica, por ejemplo, recibe las vacunas de Pfizer producidas desde Bélgica por lo que será seriamente afectada. En consecuencia y a este ritmo de vacunación en Costa Rica, si no buscamos alternativas, la inmunización para nuestro país llegara hasta el año 2022, con las consecuencias que esto podría acarrear para la salud de nuestra población y la economía nacional.
LAS VACUNAS COMO HERRAMIENTA PARA REACTIVAR LA ECONOMÍA. Nuestra economía se encuentra en cuidados intensivos, los principales indicadores macroeconómicos así lo demuestran, el desempleo según la última encuesta del INEC – setiembre del 2020-, indica que ronda el 22% lo que significa que mas de 500 mil costarricenses y hogares tienen hambre y dificultades en el día a día. La incertidumbre crece a falta de credibilidad en el liderazgo de este Gobierno, la pandemia continúa haciendo estragos. Nos preguntamos entonces: ¿Hasta cuándo podemos pensar seriamente en una reactivación de nuestra economía? Claramente sucederá cuando tengamos un plan de vacunación serio y responsable, permitiendo un esquema de acceso amplio a las vacunas que muestren y demuestren su eficiencia, seguridad y capacidad de entrega. Tenemos que tener claro que nuestra economía podrá reactivarse a partir del momento en que tengamos un alto porcentaje de la población vacunada (mínimo un 80%), lo que repercutirá sin lugar a dudas en una reducción importante en las muertes y tasas de hospitalización, es a partir de entonces donde podemos ver los resultados positivos y hablar en serio de “reactivación económica”.
COSTA RICA, EL PAÍS SANITARIAMENTE MÁS SEGURO. Esta bien podría ser una aspiración y una loable meta de Costa Rica, si nuestras autoridades sanitarias accedieran a escuchar propuestas para reorientar un plan de vacunación viable y amplio. Surgiría una nueva “MARCA PAÍS”, lo que beneficiaria nuestra economía y principalmente el sector turístico, tan golpeado y en crisis. Igual propongo impulsar de la mano con las autoridades migratorias y de la Cancillería, un pasaporte sanitario Covid-19 para que nuestros ciudadanos viajen más seguros dentro y fuera de nuestro territorio.
SOLICITUD DE AYUDA HUMANITARIA A LA FEDERACIÓN DE RUSIA. En julio del año pasado, Rusia, al igual que otros países amigos como China y Estados Unidos, extendió su mano amiga y solidaria, al entregar a nuestro país una ayuda humanitaria consistente en insumos para enfrentar el Covid-19. Rusia que goza de gran prestigio en el desarrollo de la industria médica y farmacéutica, fue el primer país a nivel mundial que registró una vacuna contra el Covid-19, la vacuna Sputnik V. Recientemente la prestigiosa revista científica “Lancet” publicó los resultados de la III fase de los ensayos clínicos de esta valiosa vacuna, que indica tener una eficacia de 91.6% , y se puede aplicar en mayores de 60 años, además de que es eficaz y segura sin reacciones adversas. Es por lo anterior y aras de que nuestro país tenga mayores y mejores opciones, que el Grupo de Amistad Parlamentaria Costa Rica-Rusia (GRAP-CR Rusia), del cual este servidor es miembro y coordinador, nos hemos dirigido al Senado de Rusia con una solicitud de ayuda humanitaria que contemple en esta ocasión, una donación de la vacuna “Sputnik V” para Costa Rica. Guardamos la fe y esperanza que esta gestión- para beneficio de nuestro país-, sea respaldada por parte de nuestro ilustre y diestro ministro de Relaciones Exteriores, don Rodolfo Solano Quirós, así como de nuestras autoridades sanitarias.
*Diputado de la República, subjefe de fracción del PIN. Médico especialista