San Cayetano.- Brenes & Salas se encontraba a un partido de celebrar el título, sin embargo los hasta entonces campeones debieron ceder ante Pinoleros, que en el último instante les arrebató el torneo, justo cuando se impuso en el séptimo y decisivo choque por pizarra de 5-4.
Y es que el sexto encuentro, que también se disputó ayer en el Parque Antonio Escarré, fue para el olvido de los constructores, pues cayeron noqueados en la octava entrada, cuando el marcador señalaba 11-1.
En el último partido, Pinoleros vino de atrás, pues perdía 2-3, y en la sexta entrada consiguió igualar y tomar la delantera 5-3. En el séptimo, Brenes & Salas descontó, mas ya no le alcanzó, aunque la polémica estuvo presente, ya que ellos reclamaron un out que señalaron los árbitros y no compartieron.
“Ganamos el primero por nocaut, veníamos por el segundo juego pero Brenes se nos puso en el camino ganándonos, y gracias a Dios los muchachos respondieron”, indicó el técnico de Pinoleros, Obed Connolly.
Agregó que la ventaja se dio en los cambios, ya que se efectuaron en el momento preciso, además del “pitcheo”.
“Llegamos a una campaña regular con tres juegos perdidos, detrás de Brenes & Salas, terminamos igual en ganados y perdidos, el último partido definía quién era el campeón del béisbol de Primera División de Costa Rica. Todos trabajamos en la construcción en Costa Rica, practicamos después de las 6 de la tarde”.
BOXEADOR Y BEISBOLISTA
Entre tanto, el lanzador del nuevo campeón que cerró el último juego, Enrique Díaz, dijo a DIARIO EXTRA: “Mi esposa y mis amigos me apoyaron siempre; me preparé muy bien para cerrar esa última entrada y gracias a Dios se nos dio”.
“Ahora esperar el próximo año para ser campeones otra vez, estamos contentos. Primero darle las gracias a Dios, fue un juego peleado y muy fuerte, batallamos duro”, expresó. Agregó que hoy volverá a entrenar en los cuadriláteros, pues también es boxeador.
Como la mayoría de los peloteros nicaragüenses que juegan en nuestro país, Enrique se levanta todos los días a las 4 a.m. y ya a las 5:30 está trabajando en construcción, una labor que es común en casi todos ellos.
Díaz manifestó que espera continuar en Pinoleros, aunque recibió una oferta de Playas del Coco.
Su ilusión es que su niño de año y medio lo vea en sus últimos años de carrera, pues desea que siga su ejemplo y sea beisbolista.
UN CUBANO QUE VINO PARA QUEDARSE
El lanzador Alberto Cabrera, quien jugó las ocho entradas del primer partido de ayer, manifestó: “Demostramos a lo largo de la temporada regular que podíamos llevarnos el campeonato y así sucedió. Tuvimos una actitud positiva en los dos juegos finales, venimos de atrás para llevarnos la victoria; la clave fue que todos jugamos en conjunto. No se cometieron errores, jugamos bien a la defensiva y gracias a Dios ya somos campeones”.
Cabrera labora en un call center, “Gracias a Dios soy orgulloso de ser costarricense ya, el béisbol es mi pasión, es un pasatiempo; tengo mis estudios en la universidad”, indicó.
En 1996 llegó a Costa Rica para quedarse, jugó con éxito con varios equipos y ganó el título nacional con la UIA y Jazz Casino. Cubano de nacimiento y tico por adopción, ya integró la Selección Nacional, ganando una medalla de bronce en los Juegos Centroamericanos de 2010, jugando también en las pasadas justas del área efectuadas aquí.