Bryan Sandí, experto en seguridad, destacó que la delincuencia cada vez se prepara más para evitar ser atrapados por los agentes del Organismo de Investigación Judicial (OIJ), incluso lo hacen con grupos de otros países.
Delincuencia nacional se asesora con grupos internacionales
“En primer lugar debemos recordar que la delincuencia nacional se está asesorando con grupos internacionales, principalmente mexicanos y sudamericanos. Una de las situaciones que más preocupa es que expolicías corruptos los están asesorando, ellos ya saben qué barreras físicas poner para retrasar el ingreso de los oficiales para eliminar evidencia que los vaya a incriminar”, aseguró.
Asimismo, comentó que en ocasiones los allanados, además de realizar el reforzamiento de las entradas para eliminar evidencia o bien huir, interponen trampas para dañar la integridad de los oficiales.
“En algunos casos, se han encontrado trampas que atentan contra la integridad de los agentes, por ejemplo, en Limón es usual el uso de cazabobos, que son escopetas o explosivos caseros que pueden dañar la integridad física de los agentes, por lo que cada vez se vuelven más peligrosos estos allanamientos”, externó.
Rodrigo Campos, coordinador de la escuela de ciencias criminológicas de la Universidad Nacional Estatal a Distancia (UNED), detalló que la entrada rápida del OIJ es fundamental para evitar que los investigados eliminen pruebas.
“Es muy común que las personas dedicadas al crimen tengan rutas de escape, o bien formas de eliminar evidencia, por ejemplo, existen elementos probatorios que pueden echarse a perder si se dejan caer por el desagüe del sanitario, o incluso existen lugares que tienen acceso a propiedades vecinas, por ello el tiempo es un factor fundamental”, indicó.
Uno de los casos más recientes se dio en Ipís de Goicoechea, donde se pudo observar cómo los agentes tuvieron dificultad para ingresar a una vivienda, en la que se buscaba a un hombre sospechoso de intento de homicidio.
El portón de la casa se encontraba reforzado y con tres candados, esto aparentemente con el fin de que cuando los agentes allanaran la vivienda hubiera un retraso en la operación, de hecho, se tardó alrededor de tres minutos.