Luego de casos como los de Coopemex o Coopeservidores, surge la duda de muchas personas de si errores cometidos en el proceso de supervisión por parte de la Superintendencia General de Entidades Financieras (Sugef), y del Consejo Nacional de Supervisión del Sistema Financiero (Conassif) pudieron haber contribuido al desenlace. En ambos casos, el cierre de la cooperativa.
El 21 de junio Coopeservidores entró en un proceso de disolución, después de más de un mes de intervención por parte del Conassif, luego de que se encontrara una serie de posibles anomalías en los números que la empresa reportaba a las entidades reguladoras.
“El capital social de la cooperativa no alcanza para pagar las deudas que tiene y además no se ve realista la posibilidad de que con aportes extraordinarios la situación se normalice”, manifestó Marco Hernández, interventor de la institución financiera.
Aunque no fue hasta el 13 de mayo que se anunció la intervención, salió a la luz pública que desde 2016 la Sugef alertó sobre algunas prácticas que no estaban apegadas a la debida diligencia por parte de la organización.
Tres expertos ven la necesidad de sacar lecciones sobre lo acontecido. De acuerdo con el exsuperintendente general de entidades financieras, Javier Cascante, es muy temprano para hacer una evaluación de las actuaciones, pero sí considera que debe trabajarse más en la idoneidad de quienes ocupan puestos de dirección en las instituciones financieras.
Karen Vargas, consultora en gobernanza, cree que deben revisarse los elementos utilizados por los reguladores para determinar que una institución es sistémica.
En el caso de Gerardo Corrales, asegura que están fallando los mecanismos de alerta temprana para detectar posibles riesgos. También considera que se presentan fallos dentro de los mecanismos de defensa internos de las organizaciones.
Eso sí, los tres consideran que se debe mejorar la gobernanza de las instituciones financieras si es que se quiere devolver la confianza del público hacia estas instituciones.
Javier Cascante
Exsuperintendente general de entidades financieras
“Es muy temprano para hacer una evaluación. Lo que tenemos es el informe sobre lo que ocurrió en Coopeservidores, ahora viene la fase de resolución, por lo que aún no tenemos los elementos suficientes para poder evaluar todo el contexto. Lo que sí es importante decir es que esta es la primera vez que se aplica una resolución distinta al traslado al juzgado concursal.
Antes una institución inviable solo tenía una salida y era ir a un proceso concursal. En esos procesos lo que se terminaba provocando era un incremento en la pérdida. Desde la aprobación de la Ley de creación del fondo de garantía de depósitos y de mecanismos de resolución de los intermediarios financieros, esta será la primera vez que aplique otra medida que buscará proteger a los inversionistas.
Otra cosa que se ha dicho es que los supervisores intervinieron tarde. El supervisor no llega ni temprano ni tarde, llega cuando la ley lo determina. Para intervenir una institución, hay una serie de causales que están en la ley, la Sugef y el Conassif solo lo pueden hacer cuando se cumple una causal, ni antes ni después. Ahora, otra cosa es si a nivel legislativo se discute si esas causales están bien o deben ser modificadas, pero esa es otra discusión.
Lo que sí creo que debe trabajarse es en la gobernanza de las instituciones y en la idoneidad de quienes integran los órganos de dirección. Nada hacemos con crear reglamentos y reglamentos si no convencemos a las cabezas de las instituciones a hacer las cosas no porque lo diga una norma, sino porque entienden que es lo correcto y lo mejor, tanto para sus clientes como para la empresa”.
Karen Vargas
Consultora en gobernanza
“Hay una serie de lecciones aprendidas de este caso. La primera es que se requiere que las superintendencias escuchen más a las partes interesadas (sectores cooperativos, solidaristas, bancarios, mutuales, bancos creados por leyes especiales y al pueblo costarricense), importante que en Conassif se evalúe a las superintendencias, su efectividad, idoneidad de su personal y calidad de la supervisión, pues definitivamente algo viene fallando. Este caso ha evidenciado la necesidad de mejora en los procesos de monitoreo, educación financiera, unificación de criterios.
Por otro lado, llama la atención el Acuerdo Conassif 17-23 Reglamento Sobre la Metodología de Identificación de Entidades de Importancia. Esta establece como requisitos para considerar una institución como sistémica, dimensiones como: el tamaño, la interconexión, la complejidad y el grado de sustitución de la entidad. Sin embargo, esta normativa no considera los riesgos sistémicos de la sociedad que hoy muchos viven o vivirán por un tiempo más o bien el aumento en el desempleo, reducción de gastos o riesgos que se materializarán en los próximos meses.
En el caso de los inversionistas, deben entender que no existe el riesgo cero, y por este lado las personas, empresarios y entidades deben asesorarse más antes de invertir, tener un plan estratégico, fortalecer la toma de decisiones.
Esto es un evento aislado y no solo de aprendizaje para el sector cooperativo, sino para todo el Sistema Financiero Nacional y sus entes supervisores. El aprendizaje continuo es para todos, es un caso de estudio para oportunidades de mejora”.
Gerardo Corrales
Economista especialista en banca y finanzas
“Lo que sucedió en Coopeservidores es un campanazo de que la supervisión tanto de valores como de intermediación financiera no está siendo efectiva en cuanto a que se llega tarde a las situaciones de crisis.
Me parece que hay una tesis dentro de la Sugef que solamente se puede intervenir una entidad cuando se caiga en una situación de que el índice de suficiencia patrimonial, o sea, el capital mínimo que se debe tener respecto a los activos ponderados por riesgo, caiga por debajo del 10%. Eso no es cierto, la Ley del Banco Central tiene un inciso en donde se dice que todo aquello que ponga en riesgo al sistema financiero, las instituciones reguladoras tienen la facultad para intervenir.
Creo que también los indicadores de alerta temprana no están funcionando. Eso tiene que llevar a revisar el esquema tradicional que ha utilizado la Sugef del ‘Camel’, o sea, la evaluación de la situación económica financiera de una entidad por los indicadores de capital, calidad de los activos, la administración, la liquidez, sensibilidad y las utilidades.
Otra cosa es que, aunque existe un reglamento de idoneidad, se está dejando pasar a personas que no tienen las características, para que se encuentren en puestos de toma de decisión de las distintas instituciones.
Me parece que, a nivel de la entidad, están fallando la auditoría interna y las líneas de defensa y los órganos de control interno. Deben realizarse las pruebas que sean necesarias para garantizar que los riesgos están siendo administrados correctamente”.