SAO PAULO (EFE) – La Copa Confederaciones vibrará con miles de emociones desde la capital hasta las ciudades costeras en el nordeste pasando por las playas de Río de Janeiro en Brasil.
Seis ciudades serán escenario de este torneo de preparación para la Copa Mundial del 15 al 30 de junio. Brasilia presentará el partido inaugural en un estadio flamante y la final se jugará en el renovado Maracaná. La ciudad central de Belo Horizonte, bastión futbolero tradicional, también presentará encuentros junto con las ciudades del nordeste Salvador, Recife y Fortaleza.
Otras seis ciudades también serán sede de la Copa Mundial el año próximo: Sao Paulo, Porto Alegre, Curitiba, Cuiaba, Natal y Manaos. Sao Paulo, la mayor ciudad sudamericana, quedó afuera de la Copa Confederaciones porque no construyó un estadio a tiempo.
“Estoy segura de que Brasil se lucirá en y fuera del campo”, dijo la presidenta brasileña Dilma Rousseff. Río de Janeiro, con sus famosas playas y atracciones como el Cristo Redentor y el Pan de Azúcar, será el escenario principal de la Confederaciones. Además de la final en el Maracaná, en la ciudad funcionan la sede local de la FIFA y el comité organizador de la Copa Mundial, como también el principal centro de prensa del torneo.
El Maracaná se sometió a su tercera renovación a fin de estar listo para los dos grandes torneos y tendrá capacidad para 77.000 espectadores. Después de estar cerrado casi tres años debido a las obras de construcción, reabrió en abril, casi cinco meses después del plazo original estipulado por la FIFA.
El Estadio Nacional de Brasilia también se demoró y abrió menos de un mes antes de presentar el partido inaugural Brasil vs. Japón. Será el único encuentro de la Confederaciones en la ciudad. Todas las demás ciudades presentarán tres partidos entre los campeones continentales.
El Estadio Nacional con un aforo de 70.000 es conocido localmente como el estadio Mané Garrincha, en honor al delantero que contribuyó junto con Pelé a que Brasil ganara las copas mundiales de 1958 y 1962. La construcción del estadio ha sido criticada porque Brasilia no cuenta con un club de fútbol grande y provoca temores de que se convierta en un \”elefante blanco\”.
La ciudad de Brasilia, centro político brasileño, fue construida a fines de los años 50 para reemplazar a Río de Janeiro como capital nacional. Es notoria por sus notables características arquitectónicas, muchas de ellas obra del arquitecto brasileño Oscar Niemeyer.