Los costarricenses nos hemos caracterizado, desde los designios de don Jesús Jiménez Zamora, en ser los primeros latinoamericanos, en haber tomado decisiones y acciones dirigidas al bien común; sobresaliendo instituciones sociales que han venido promoviendo la educación, la salud y el trabajo. Este último componente, dentro de un marco de protección y promoción de los derechos laborales, en la consecución de la paz laboral. Viniendo a constituir en primera instancia la Inspección de Trabajo, el soporte en el resguardo y cumplimiento de la legislación laboral en los centros de trabajo, sean públicos o privados. De allí que el jurista Fernando Suárez González, haya afirmado que “la historia de la inspección es paralela a la historia de la legislación laboral”.
Entendida la inspección como un cuerpo conformado por funcionarios, que deben velar administrativamente por el cumplimiento de la normativa tanto nacional como internacional. Encontrando su sustento de conformación y de funcionamiento, dentro de los Convenios y Recomendaciones de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), así como en los diversos instrumentos jurídicos nacionales.
Hoy, con casi 150 funcionarios, se logra la atención en promedio de 15 mil visitas de campo, junto con la tramitación de algo más de 10 procesos estatuidos en la normativa (despidos de mujer en estado de embarazo y lactancia, acoso laboral, hostigamiento sexual, certificaciones de cumplimiento, conformación de comités de trabajadores, suspensiones temporales), los cuales en muchos casos, deben ser sostenidos en estrados judiciales. Siendo que aproximadamente un 80% de las visitas inspectivas en que se encuentran infracciones laborales, se logran poner a derecho durante el plazo de respiro (prevención) que otorga al efecto la Inspección de Trabajo.
Dentro de los cambios que están operando –bajo el liderazgo del ministro Olman Segura y el director Rodrigo Acuña- con la ayuda de diversos actores sociales, son los de modernización y agilización del manual de procedimientos, para lo cual se están incluyendo las “visitas virtuales”, con el fin de evitar en un primer momento el desplazamiento de los inspectores al centro de trabajo. Amén, del fortalecimiento cuantitativo del recurso humano, junto con las herramientas necesarias en pro de la eficacia que debe existir dentro de su desempeño, de conformidad con las recomendaciones dadas por la OIT.
Un reto que ha venido proponiendo el Dr. Segura Bonilla, es proveerle al país de un nuevo paradigma, en donde no se tenga que acudir en un primer momento a la sede judicial, sino que sea la propia inspección la que pueda ventilar mediante un debido proceso, la infraccionalidad laboral, dentro de su propia sede, como ocurre en casi todas las latitudes del mundo. Lo cual lógicamente, conlleva no solo cambios de tipo legal, sino organizacionales y culturales (éticos y de formación continua), de cara con los nuevos compromisos que demandan los tiempos de globalización. Es que definitivamente no debemos olvidar lo que afirmó el exministro francés, Viviani: “una ley de trabajo, es lo que son los inspectores encargados de aplicarla”.
* Jefe Dpto. Legal de Inspección MTSS