Este año, la mayoría de los habitantes del mundo celebran el Día de la Tierra en las ciudades. Para 2050, se espera que dos tercios de la población mundial vivan en ellas. Construimos alrededor de 80 millones de viviendas nuevas cada año y cada vez urbanizamos más áreas. Para el Día de la Tierra, destacamos la ciudad como desafío y solución.
La ciudad consume muchos recursos más allá del área que ocupa, esta incluye electricidad, energía fósil para refrigeración, calefacción, cocina, transporte, agua y aire limpio. A toda esta lista le agregamos la producción de residuos. Hemos ocupado todos los hábitats, vivimos en el desierto, a la orilla del mar, en las montañas, en lugares fríos y calientes, lluviosos o secos. Construimos ciudades cerca de arroyos o en un bosque.
La implementación de una construcción verde nos permitirá disfrutar de las cualidades del lugar mientras reduce e incluso elimina los efectos ambientales de la construcción, durante la edificación, a lo largo de los años de residencia y en el momento de la renovación urbana.
La construcción verde se ocupa de los materiales, de las tecnologías, la planificación, los barrios y la posibilidad de una vida saludable dentro del edificio. El kWh ambiental es aquel que no se consume.
Para logra una construcción verde el primer paso es la planificación: una buena casa permite la ventilación y la luz natural.
Un buen barrio tiene apartamentos para personas en diferentes etapas de la vida. También es un sitio en donde se puede trasladar de un sitio a otro sin carro, pues el lugar de trabajo, la escuela y el supermercado están a poca distancia y se puede llegar a pie o en bicicleta. “Barrio 360” es una herramienta importante para que los planificadores evalúen la calidad del barrio que se está construyendo (https://www.nd360.org/).
Para diseñar una casa en armonía con su entorno verde, el desafío es aprovechar las cualidades del lugar: calentar y conservar el calor en zonas frías requiere una construcción con grandes ventanas para que el sol puede calentar el apartamento; las ventanas deben estar muy aisladas para que mantengan el calor adentro.
En áreas calurosas, el desafío es evitar que entre el sol, por lo que las ventanas serán más pequeñas, con aberturas en la parte superior de la casa para dejar salir el calor. Además, tener dos direcciones de aire para mantener la ventilación natural y sombreado sobre las ventanas para evitar la radiación directa. Incluso en áreas en que se requiera aire acondicionado, como Costa Rica, la ventilación y la iluminación natural son de gran importancia, lo que permite un clima agradable sin necesidad de aire acondicionado. El estándar de construcción ecológica en Israel ha sido voluntario durante años.
En 2020, convirtió el estándar de construcción ecológica como obligatorio para todas las edificaciones, en Israel se ha alcanzado el reconocimiento del nivel de una estrella.
Hoy en día, alcanzar este nivel es el estándar mínimo, especialmente para las escuelas que se construyen al nivel de 3-5 estrellas.
El estándar de construcción ecológica se ocupa de la planificación de la casa, así como del vecindario.
Para conseguirla se toman en cuenta los materiales de construcción que sean de reciclaje y reciclados.
Construir edificios en que la utilización de energía sea cero y evitar efectos negativos en el medio ambiente, para ello debe tenerse en cuenta, la circulación y, tratamiento de aguas residuales, ventilación e iluminación natural, sombra adecuada y posibilidad de ajuste para cada una de las estaciones. El aumento de costos en la construcción verde inicial es de aproximadamente 4%, el retorno de la inversión es aproximadamente en 3 años. Esto va más allá de la agradable sensación de ventilación natural.
Empresas tecnológicas israelíes pueden ofrecer soluciones para el reciclaje, ahorro y tratamiento del agua, producción de energía e incluso láminas fotovoltaicas para las fachadas de los edificios.
Construcción compacta, usos mixtos, renovación urbana, que incluye la ubicación de los diversos sitios a con accesibilidad a cortas distancias para caminar, en lugar de usar autotransportes, es decir con menos zonificación.
Esto preservará las áreas abiertas y permitirá tener una vida placentera en la ciudad, se podrán utilizar más bicicletas, menos carros privados, se liberarán espacio público, reducirán las emisiones, y será el ideal, una isla con calor urbana en donde todos, la naturaleza, la humanidad y nuestro planeta resultarían beneficiados.
*Agregada ambiental, Embajada de Israel