Quito. (AFP) – Los ecuatorianos están convocados a elecciones presidenciales el domingo 9 de febrero, en medio de varios desafíos claves, quizás el principal: detener la guerra de bandas criminales que se lucran del narcotráfico.
Un total de 16 candidatos a la presidencia están en la disputa, aunque hay dos que mantienen un duelo cerrado, según las encuestas. Su actual presidente, Daniel Noboa, y la opositora Luisa González, afín al exmandatario socialista Rafael Correa.
Ubicado en el Pacífico y con una economía dolarizada, Ecuador se convirtió en una apetecida ruta para el tráfico de droga y un centro de acopio del alijo disputado por organizaciones enfrentadas a muerte.
La creciente violencia renovó las preocupaciones en un país que hasta hace unos años era un oasis entre Colombia y Perú, los mayores productores de cocaína.
“Cada día estamos peor, no alcanza la plata para nada, uno vive inseguro”, dijo a la AFP una mujer que cuida autos en el norte de Quito y pidió no revelar su identidad por miedo a represalias.
Los ecuatorianos resienten los estragos de un Estado endeudado (casi $50.000 millones de dólares, 40% del PIB), con una pobreza del 28% y concentrado en financiar la costosa guerra contra el narco.
La intención de voto la lideran Noboa, del partido ADN, y Luisa González, del movimiento Revolución Ciudadana y delfina del exgobernante socialista Correa (2007-2017).
Entre los 16 candidatos predominan las propuestas encaminadas a apaciguar la nación, que pasó de tener 6 homicidios por cada 100.000 habitantes en 2018 a un récord de 47 por cada 100.000 en 2023. El Gobierno de Noboa ha logrado bajarlos a 38. (Más del doble de los que registró Costa Rica en 2024.)
La mayoría de las encuestas no anticipa una definición en primera vuelta y señala que habría que esperar hasta el 13 de abril para conocer al futuro gobernante (2025-2029) de este país de 17 millones de habitantes.
Los ecuatorianos ejercerán el voto obligatorio el domingo para elegir un binomio presidencial, 151 asambleístas y cinco parlamentarios andinos.
Polarización
Noboa y González son la expresión de un país dividido.
En el poder desde noviembre de 2023, el presidente apuesta por la reelección. Con 37 años, es uno de los gobernantes más jóvenes del mundo, una imagen que explota en redes sociales, donde es muy activo.
Con chaleco antibalas y al frente de espectaculares operaciones militares, amasó apoyos como un político de mano dura contra el narco.
Noboa ganó comicios extraordinarios para completar hasta mayo el periodo de Guillermo Lasso, quien disolvió el Congreso y llamó a elecciones anticipadas para evitar que el Legislativo lo destituyese tras un juicio político por corrupción.
En las antípodas, González aspira a ser la primera presidenta electa de Ecuador, apadrinada por Correa y con una agenda que promete más seguridad y respeto a los derechos humanos.
Correa está refugiado en Bélgica desde que dejó el poder, en 2017. Fue juzgado en ausencia por corrupción, condenado a ocho años de cárcel y es blanco de una orden de captura. El expresidente niega todas las acusaciones.
Detrás de Noboa y González se ubica la candidata Andrea González, aunque con amplia diferencia en la preferencia electoral. En los comicios pasados fue binomio del excandidato presidencial Fernando Villavicencio (centro), asesinado a balazos al salir de un mitin en Quito en 2023. Más de 30 políticos han sido asesinados desde 2023 en Ecuador, donde aspirantes denuncian amenazas y recorren calles rodeados de fuertes dispositivos de seguridad.
Aunque sin suficiente apoyo, el indígena Leonidas Iza aspira a dar la sorpresa. Gane o pierda, el poderoso movimiento de pueblos originarios que lidera es una fuerza capaz de derrocar presidentes y acorralar a gobiernos, apuntan analistas.



El presidente Daniel Noboa y Luisa González encabezan las encuestas, mientras que el candidato indígena Leonidas Iza pretende dar la sorpresa.