Viene el Torneo de Clausura y el técnico Walter “Paté” Centeno analiza lo que quiere de su grupo. Igualmente habla de lo que les exigen a los entrenadores, de la dirigencia de los equipos grandes y hasta de una eventual llegada a la Federación Costarricense de Fútbol.
¿Cómo toma lo que viene para Guadalupe?
– He tratado de trabajar, de perfeccionar y ahora llegó la prueba, que es el campeonato, entonces la única clave que puedo decirle es buscar la regularidad. La asignatura pendiente es la clasificación, que viene de hace mucho tiempo. Eso es lo que buscamos.
¿Ha sido injusto el fútbol por no obtener resultados jugando bien?
– Algunas veces sí y otras no. También es falta de capacidad y más trabajo en esas veces en que no hemos concretado los partidos. Hay que ser muy respetuoso con el fútbol.
¿Qué opina de que su nombre sonara en otros clubes?
– Se dio alrededor de lo que se hablaba en las redes sociales. Más que todo fueron los aficionados que quieren que uno dirija al equipo donde uno no se hizo. Eso me llena de gran orgullo, de que la gente se fije, pero no hubo nada concreto.
¿Nota que lo ven distinto?
– Gracias, en verdad que uno trabaja para eso. Siempre he sido claro que trato de hacer lo mío muy profesionalmente. Hay que sentirse contento y siempre esperando una oportunidad mejor.
¿Qué opina de que aficionados de Alajuelense lo quisieran en ese club?
– Por eso te digo, la gente ya no ve al número 8 de Saprissa, sino ve al técnico de Guadalupe, Walter Centeno, que hace jugar bien a un equipo de bajo perfil. Eso no es fácil y la gente se ha dado cuenta porque cada vez ve más fútbol. He tenido ventajas sobre otros entrenadores.
¿En sus metas está llegar a la Federación Costarricense de Fútbol?
– Dicen que el trabajo es bendición. Yo espero lo mejor. Un día me propuse llegar a Saprissa y llegué, gracias a Dios. Y un día también puede llegar la oportunidad de la Selección. Todos los días se prepara uno en los clubes, entrena a los jugadores. Es lo mismo entrenar a la selección, nada más que vas a tener más tiempo de descanso.
¿Está tan a gusto en Guadalupe?
– Es que mis jefes respetan y valoran mi trabajo. Están a gusto con lo que hago porque lo que ellos ven les agrada. Eso es importante. En cambio, en los equipos grandes no te respetan eso. Ya empiezas a perder y todo el mundo opina. Si todos pierden y solo gana uno.
¿Qué le dejó lo hecho por la Sele en Qatar?
– (Tres segundos de silencio y hace un gesto de entre preocupación y risa). Diay, no. Igual todo el mundo quiere resultados. No vimos resultados, entonces no se puede hablar. Si no hay resultados, no se puede hablar. Es que la prensa no ha pedido otra cosa. No pidas una cosa que nunca has pedido. Ustedes son los que lo vieron, ustedes son los encargados de decir si vieron algo.
¿Se puede valorar que por lo menos llamaron a varios jóvenes?
– No sé cuántos jóvenes jugaron, la verdad es que jugaron muy pocos.
¿Qué tenemos que aprender?
– Creo que muchos periodistas fueron al Mundial y tienen que dar cuenta de lo que vieron y de lo que pasa acá. Si fueron al Mundial a no aprender, estamos mal. Deben decir qué vieron en el Mundial y qué no estamos viendo acá. Ustedes tienen mucho poder en Costa Rica, ustedes son un medio de comunicación muy importante, para bien, para mal, tómelo como quiera. Ustedes tienen que decir cuál es la línea. La prensa tiene poder para cambiar el fútbol de Costa Rica.
¿Qué quiere ver en un jugador de todo lo que dejó el Mundial?
– Yo siempre los pongo a ver a los mejores, les digo que vean lo que está pasando al otro lado, porque es la misma bola, ellos y nosotros nos cansamos, ellos no todas las veces tiran un pelotazo, ellos no corren con bola, nosotros sí, no se tiran al suelo, nosotros sí. Ellos no pierden tiempo y nosotros sí perdemos tiempo. Son un montón de vicios.
¿Recuerda aquella vez cuando después de un partido le explicó a Manfred Ugalde lo que debía hacer?
– Por supuesto, hay jugadores a los que hay que enseñarles cómo perfilarse. Hay jugadores que no saben patear y hay que enseñarles.
¿Le dolió no ver a Manfred Ugalde en el Mundial?
– Por supuesto, a quién no le va a doler. Porque todo fue mediático. Un chico de 17 años. Fue un golpe emocional para él, cuando estaba en la cúspide y le hacen así (señala para abajo). Hay que tener cuidado a veces. Cuando uno está con jóvenes, los puede marcar para bien o para mal.
¿Ha podido hablar con él?
– No, porque ya él es jugador de otro club. Ya no me compete a mí. Tiene futuro, juega en Holanda, lo compró el Grupo City.