El día de la Virgencita es un día especial para los ticos y deberíamos tenerlo como ejemplo a lo largo del año. Desde semanas antes, los romeros recorren grandes distancias en el nombre de la fe para llegar a la Basílica de los Ángeles. Los devotos no hacen reparos en sus características físicas, peregrinan gordos, flacos, altos, bajos, viejos y jóvenes, unos corren, otros caminan, pero todos llegan.
Esto es lo que precisamente nos falta, que el día de la Virgen de los Ángeles se celebre todos los meses, y ojalá todos los días. Este acto de fe que es la peregrinación nos demuestra que todos podemos, que el ejercicio no está reservado para los musculosos, para los grandes atletas, sino que todos podemos hacer ejercicio y beneficiarnos, lo único que se requiere es una motivación para hacerlo.
En Costa Rica la esperanza de vida es muy alta, las personas que tienen entre veinte y cincuenta años probablemente van a vivir hasta los noventa o cien años, y si no hacemos ejercicio pasaremos varias décadas enfrentando todas las enfermedades que se derivan del sedentarismo, que, unido al sobrepeso, representan las dos primeras causas de muerte e invalidez en el país.
Duele decirlo, pero nos estamos muriendo por echados, por golosos, por comelones, y por sucumbir ante el licor y el tabaco y recientemente ante las malditas drogas. Son muchos los que pasan años en una silla de ruedas o en una cama, simplemente porque no se cuidaron con la comida ni con lo que hacían en su tiempo libre.
En bicicleta, en la calle, en La Sabana, en la piscina, en el gimnasio, como sea, pero tenemos que reconciliarnos con el ejercicio, porque de lo contrario nos haremos amigos íntimos de las enfermedades.
La diabetes, la presión alta, los derrames y los infartos tienen el agravante de que no matan en un solo episodio, sino que van disminuyendo lenta y progresivamente nuestras facultades, la energía, el habla, el sexo, la marcha se van deteriorando y así va disminuyendo categóricamente la calidad de vida para darnos el zarpazo final después de mucho tiempo de adversidades.
Adicionalmente hoy la ciencia nos dice que el sobrepeso, contribuye de manera significativa en el desarrollo de los procesos cancerosos, y que también tiene un papel estelar en la génesis de algunos cuadros cerebrales como la demencia senil y la temida enfermedad de Alzheimer.
Lo bueno es que todo esto se puede evitar, disminuir o controlar con ejercicio, con una alimentación adecuada, con un periódico control médico y alejándose del tabaco, el licor, y las drogas, es decir adoptando estilos de vida saludables. Estoy seguro de que usted coincide conmigo en el sentido de que la Virgen vería con muy buenos ojos si esto se convierte en una promesa en su nombre. Es más, hasta podría ser una promesa especial de esas que se renuevan cada año y que se cumplen a diario.
Que sirva este 2 de agosto para darnos cuenta de que, si podemos hacer ejercicio, si fuimos capaces de llegar hasta la Basílica, somos capaces de hacer ejercicio a diario y cuidarnos siempre, es cuestión de tenerse fe.