Imágenes no reales, datos fuera de contexto y ataques personales son señales de alerta
Con el auge de las redes sociales y la velocidad del internet, la información fluye con gran facilidad e inmediatez, sin embargo, las “noticias” que consumimos no siempre son reales, por ello expertos de la Universidad de Costa Rica (UCR) crearon una guía para detectar la desinformación y las llamadas noticias falsas.
Según el reciente estudio del Instituto de Investigaciones Psicológicas (IIP), en la sociedad costarricense existen valores sociales, cognitivos y económicos que vuelven más vulnerables a las personas a estar expuestas y compartir datos erróneos o sesgados.
“Esto se trata, sobre todo, de cómo las personas procesan la información que tienen y en qué tan temprano se comprende el contenido desinformativo para que aceptemos o no un contenido como verdadero”, explicó Rolando Pérez, coordinador del proyecto. Entre las variables que se señalan en el estudio están la religión que profesa la persona, los valores morales que le rigen, su formación política y principalmente su nivel educativo.
“Hay gente muy educada que va a seguir compartiendo noticias falsas, pero lo que apuntamos es que es en los espacios educativos donde hay un lugar para que los menores se sienten a reflexionar y van a aprender que no pueden necesariamente compartir todo lo que ven; es decir, las habilidades generales de razonamiento, pensamiento y análisis crítico se adquieren en la escuela”, explicó Vanessa Smith, investigadora del IIP. En la investigación se señala que quienes comparten contenido falso no necesariamente lo hacen sabiendo que es información errónea y por ello es vital contar con una guía que permita detectarla.
“Estas noticias tienen necesidad de generar ilusión, enojo, miedo, alarma entre los lectores; siempre se le da culpa a otra persona o pintan escenarios extremos. Son muy comunes en economía o política y se han vuelto algo del día a día”, finalizó Pérez.