El parlamento turco aprobó el lunes una ley que determina la liberación de decenas de miles de detenidos, en un intento de desatascar un ambiente carcelario amenazado por la pandemia del nuevo coronavirus.
\”El proyecto se convirtió en ley después de su aprobación\”, anunció la asamblea en su cuenta oficial de Twitter.
Entidades humanitarias como Human Rights Watch y Amnistía Internacional han criticado el texto, que excluye a los detenidos condenados por las controvertidas leyes antiterroristas.
Estas organizaciones también condenaron la exclusión de esta medida de muchos periodistas, opositores políticos y abogados que se encuentran en prisión preventiva y aún no han sido juzgados.
Esto incluye a las personas encarceladas y que esperan una fecha para el inicio de su juicio, otras que esperan cargos formales o sospechosos cuyos procesos están en marcha.
\”Muchas personas que están en prisión por ejercer sus derechos, y que no han cometido ningún delito, están excluidas (de la medida de liberación) porque el gobierno elige usar sus leyes antiterroristas, que son muy flexibles, demasiado amplias y vagas\”, dijo a la AFP Andrew Gardner, de Amnistía Internacional.
Entre estos casos se encuentran el empresario y filántropo Osman Kavala y el político kurdo Selahattin Demirtas.
Mahsuni Karaman, abogado de Demirtas, dijo que había solicitado recientemente la liberación de su cliente por razones de salud, pero que aún no se había tomado una decisión al respecto.
Demirtas, ex líder del partido pro-kurdo HDP, se quejó en diciembre de dolores en el pecho y dificultades respiratorias, y recibió tratamiento de emergencia en prisión.
De acuerdo con el abogado, la ley que acaba de ser adoptada es \”injusta e ilegal\”.
El gobierno turco ha lanzado una amplia campaña de represión después del fallido golpe de estado en 2016. Demirtas figura entre las decenas de miles de personas detenidas por presuntos vínculos con organizaciones militantes kurdas ilegales o el movimiento liderado por el predicador musulmán Fethullah Gulen, quien reside en los Estados Unidos.
Turquía acusa a Gulen de haber instigado el intento de golpe, aunque el religioso rechaza categóricamente esta acusación.
La nueva ley se refiere a varias categorías de presos, incluidos los ancianos con mala salud y las mujeres embarazadas, y excluye a asesinos, autores de delitos sexuales y narcotraficantes.
La ley fue aprobada por 279 votos contra 51, aseguró en Twitter Milena Buyum, una activista de Amnistía Internacional en Turquía.
Buyum añadió que durante varios días de debate parlamentario antes de la aprobación del proyecto de ley, \”ninguna de las enmiendas de la oposición ha sido aceptada\”.