El aeropuerto internacional Juan Santamaría sumó un nuevo colapso tras cerrar sus instalaciones por la presencia de olor a animal muerto en la torre de control.
La medida, que se implementó desde la 1:00 p.m. hasta las 2:45 p.m., provocó la demora de 19 vuelos, tanto llegadas como salidas, así lo confirmó Aeris a DIARIO EXTRA.
Cuando los usuarios se enteraron del motivo real del cierre, se mostraron desconcertados de que algo tan simple frenara por casi dos horas las operaciones de la terminal más importante de Costa Rica.
“Como turista me sorprende que un aeropuerto suspenda todo por un mal olor, esto no se ve en otros países, realmente nunca lo había vivido”, comentó al Periódico del Pueblo la española Beatriz Rainero.
“No puede ser que no tengan una solución ante este tipo de problemas, que un olor suspenda vuelos, increíble, y más uno que viene de un viaje de muchas horas”, agregó.
La mujer, que viajaba desde Madrid, aseguró que mientras volaban únicamente les informaron sobre un inconveniente en la torre de control y no les dieron más detalles. “Nos dijeron que estaba cerrada y no podíamos aterrizar, por lo tanto, nos íbamos a Liberia (Guanacaste), cuando estábamos por llegar, al parecer reabrieron y dimos media vuelta para aterrizar acá (Alajuela)”, contó Rainero.
Otros turistas relataron que, al demorarse los vuelos o conexiones, se vieron obligados a solicitar a la aerolínea el cambio de vuelo para el miércoles u otro día de la semana.
DARDO A AVIACIÓN
Por otro lado, el Sindicato de Profesionales en Control de Tránsito Aéreo (Sitecna) afirmó que el problema fue reportado días atrás y la Dirección General de Aviación Civil (DGAC) no tomó acciones.
“Tenemos entendido que se le informó a Salud Ocupacional de la DGAC hace varios días y al día de hoy no se han presentado. No solo es un problema de salubridad, sino de hasta moscas en el Centro de Control Radar del Juan Santamaría”, indicó la organización sindical. Los controladores determinaron no trabajar en esas condiciones hasta que Aviación Civil interviniera, lo cual hizo al encontrar y desechar la rata muerta.
El Ministerio de Obras Públicas y Transportes (MOPT), como rector de DGAC, evitó entrar en los dimes y diretes de los sindicatos por la actuación tardía. “Apenas la administración fue notificada, se realizaron las coordinaciones pertinentes, lo cual con Aeris se logró y se lograron restablecer los servicios que prestan como administrador”, apuntó el viceministro de Transportes, Carlos Ávila.
¿QUÉ OCURRIÓ CON LOS PASAJEROS?
• Ana Isabel Quesada
Costarricense
“Nos dejaron en el avión como hora y media, nos informaron que nos tenían que bajar mientras arreglaban el problema en la torre, debíamos dar tiempo. En eso decidimos quedarnos y viajar mañana (miércoles) porque íbamos a perder la conexión en Atlanta, vamos para Búfalo”.
• Javier Navarro
Español
“Nos informaron que nos llevaban para Liberia porque no había controladores en San José, que estaba cerrado. En el último minuto el avión levantó vuelo. Ahora que me dicen lo de la rata, cualquier excusa es buena. Yo acostumbro a viajar bastante, puede pasar de todo”.