El 30 de julio se conmemora el Día Mundial contra la Trata de Personas, una fecha crucial para reflexionar sobre los avances y desafíos en la lucha contra este flagelo.
Según expertos, en nuestro país las principales víctimas del turismo sexual son extranjeros menores de edad.
Esto quiere decir que niños, niñas y adolescentes son explotados sexualmente por una o varias personas, quienes se trasladan de un lugar a otro con el objetivo de mantener contacto sexual.
Mario Arias, especialista en la materia, agregó que de acuerdo con el Informe de Tráfico Humano 2023, en Costa Rica aún se registran casos de trata sexual en la niñez, adolescencia, hombres y mujeres, ubicándose las poblaciones más vulnerables en zonas como Pacífico Central y fronteras.
“En nuestro país se ha identificado que hay casos de tráfico de explotación sexual infantil transnacional en los que niñas y adolescentes son traídas desde Nicaragua para ser explotadas sexualmente.
Posteriormente estas víctimas pueden ser enviadas de vuelta a Nicaragua, donde los clientes suelen ser extranjeros y nacionales. Esta situación complica la persecución y sanción del delito, ya que las víctimas a menudo están fuera de la jurisdicción del país”, añadió.
Ante esto DIARIO EXTRA consultó sobre el tema a Karen Segura, cofundadora y vicepresidenta de Actuar, Vencer y Apoyar (AVA), quien explicó que en Costa Rica la explotación y el turismo sexual infantil continúan siendo problemas alarmantes que no han recibido la atención adecuada de las autoridades. “A pesar de los esfuerzos realizados, la falta de recursos, de voluntad política y de estrategias efectivas ha permitido que estas actividades delictivas persistan y en algunos casos se intensifiquen.
La trata de personas emerge en un proceso complejo, dinámico y evolutivo constante y que requiere abordaje especializado integral en su identificación, intervención y tratamiento, por el impacto transgresor directo que repercute en la persona hacia su dignidad y derechos humanos”, señaló esta organización sin fines de lucro.
Asimismo, recordó que en Costa Rica se reconoce como trata de personas los casos que se refieren a trabajos o servicios forzados y otras formas de explotación laboral, esclavitud o las prácticas análogas a la esclavitud, matrimonio servil o forzado, adopción irregular, embarazo, aborto forzado y todas las formas de explotación sexual, descritos en la Ley No.4573 y la Ley No.9095.
POBLACIONES VULNERABLES
Arias manifestó que para abordar este problema es crucial una cooperación efectiva entre los países involucrados, así como el fortalecimiento de las leyes existentes y mecanismos de protección para las víctimas.
“Además es importante que las autoridades locales, nacionales e internacionales trabajan en una nueva estrategia para mejorar la investigación y el enjuiciamiento de estos delitos transnacionales”, agregó.
SITUACIÓN PREOCUPANTE
Según la Embajada de los Estados Unidos, Costa Rica ha realizado importantes esfuerzos para contener la trata de personas, sin embargo, no ha cumplido con los estándares deseados minimizando las partidas presupuestarias destinadas a la atención de este delito a través del Fondo Nacional contra la Trata de Personas y el Tráfico Ilícito de Migrantes (Fonatt).
En 2021 las autoridades giraron a dicha entidad un 64% de lo que le correspondía, en 2022 un 70% y en 2023 un 48%, situación que preocupa.