\”Invitamos a pacientes… a ser vigilantes y solo acudir a servicios de salud certificados que garanticen el cumplimiento de las normativas internacionales y locales vigentes, y a denunciar prácticas sospechosas que… pongan en entredicho la imagen del país y sus profesionales en salud\” (comunicado del Hospital CIMA, La Nación 29.05.2013, p.5A).
Comunicado en el contexto del IV Congreso Internacional de Turismo Médico a finales de abril, organizado por el Concejo para la Promoción Internacional de la Medicina en Costa Rica, PROMED, con el apoyo del ICT, el Ministerio de Relaciones Exteriores, PROMED Resources y la Cámara de Comercio del Pacífico Central, al cual asistieron 15 países de las Américas, casi 250 empresas (de seguro médico, turismo, transporte aéreo, hospitales etc.) y unos 500 participantes.
Fue inaugurado por la Ministra de Salud con un mensaje propositivo, en contraste al saludo de “bienvenida” del año anterior, en que el Vicepresidente Liberman había expresamente restado importancia al turismo médico en Costa Rica. Complementó su presencia la Ministra con la firma de una declaratoria contra el tráfico ilegal de órganos.
Tuve oportunidad de asistir al evento por un interés personal, i.e. la decisión de pasar nuestros “años de oro” aquí, lejos de nuestros familiares dispersos por el mundo, pero con el mejor apoyo en salud que podamos anhelar en términos de cuidado de salud a costos comparablemente más cómodos que en otras partes.
Atractivo particular. La promoción de una vida sana en los últimos años, lema del Congreso, era un particular atractivo para nosotros, con el énfasis que dieron algunos disertantes y panelistas a una asistencia médica de nivel internacional, aprovechando las experiencias públicas y privadas de Costa Rica para el éxito de esta iniciativa, promoviendo una imagen país, y no tanto de clínicas o doctores individuales.
Con casi 30 años en la cooperación internacional, que siempre entendí no como receta externa, sino como enriquecimiento de lo propio de cada país, escuché con especial agrado la exhortación a tener mentes abiertas a experiencias exitosas de otros países del mundo.
Comparando experiencias recientes de atención médica recibida por mi esposa con las promesas y propuestas hechas durante el Congreso, me dejaron un saborcito amargo al recordar que nuestro Seguro Médico internacional, que cubre a buena parte de los funcionarios de Naciones Unidas en el mundo, cuestiona intervenciones hechas, cantidad y necesidad de aplicación intravenosa de medicamentos y duración de hospitalización en el hospital CIMA. Falta de respuesta, reiteradamente reclamada por la compañía aseguradora, nos está dejando ya casi 4 meses sin recuperar unos $11,000 pagados.
Alertados por la experiencia, revisamos la factura de la última breve visita al hospital y conseguimos la eliminación de la factura de la botellita de agua solicitada en emergencia, pero no proporcionada, del examen de orina no practicado, y del medicamento intravenoso no aplicado, pero no de cobros por medicamentos de la farmacia del mismo hospital, que camino del primero al segundo piso hasta duplicaron el precio.
Más seriamente, al internarse mi esposa en setiembre pasado para un examen del corazón, solicitamos ex-ante y por escrito de no cargar directamente a la aseguradora, sino que nosotros íbamos a pagar la factura. Al salir cancelamos la suma facturada, inocentemente asumiendo que se trataba de la factura final, para enterarnos días después que el hospital había solicitado al Seguro el reembolso de $10,000 para dos médicos, más otros gastos hospitalarios, cobrando con lo pagado por nosotros un total de $20,000 por 4 días de exámenes; por suerte cubiertos por el seguro, pero sin hasta hoy haber recibido desglose ni explicación de parte del hospital.
Oportunidad de desarrollo. En su intervención sobre turismo médico, el expresidente José María Figueres lo definió como oportunidad de desarrollo para Costa Rica, como parte de una evolución país más amplia, pasando por el exitoso desarrollo del eco-turismo, y la atracción de inversiones internacionales en alta tecnología (INTEL y equipo médico), al lógico complemento y turismo médico competitivo y de punta – por ahí el gran interés internacional de aseguradoras en el Congreso-, y la importancia de una acreditación seria de los servicios brindados por Costa Rica, difícil de conseguir y de mantener (recientemente la Clínica Católica la perdió). Calidad, acreditación internacional y costos son elementos claves a respetar frente a las exigencias de oferta y demanda mundial en turismo médico.
El Congreso dibujó un turismo médico de calidad, atractivo por ventajas comparativas en cuanto a costos y transparencia de la oferta, parte de una propuesta de Costa Rica que bien manejada puede constituir una opción interesante para el desarrollo integral del país, amalgamando naturaleza, alta tecnología, médicos competentes y servicios médicos de calidad competitivos, así como turismo ecológico.
Todo un desafío delicado para un proyecto país “Pura Vida”.
*Exrepresentante del PNUD.