El cierre de cinco vuelos directos por parte de la aerolínea Taca, ahora renombrada tras su fusión como Avianca, cayó como un balde agua fría para los empresarios turísticos del país, en su representación alzó la voz la presidenta de la Cámara Nacional de Turismo (CANATUR), Isabel Vargas.
“Podemos entender que Avianca, como empresa, está en su derecho de tomar medidas que le permita ser más rentable, sin embargo, habrá que recordarles que, como línea aérea de bandera nacional, debe asumir responsabilidades que, al parecer, no fueron contempladas. Creemos que ha sido una decisión desconsiderada que generará un fuerte impacto al sector turístico”, manifestó Vargas
Según estima la Cámara, con el cierre de los destinos desde San José a Los Ángeles, Nueva York, La Habana, Quito y Guayaquil, el país dejará de percibir un promedio 6800 pasajeros al mes y hasta 220 vuelos menos.
Vargas criticó que el cierre fuera abrupto por aparte de la aerolínea, y apeló porque ahora el Ministerio de Turismo así como Aviación Civil busquen medidas alternativas para compensar al sector. Todo apunta a que a otras aerolíneas se les adjudique dichas rutas.
El cierre de vuelos también implicó el despido de más de 200 empleados de la aerolínea.