Guatemala. (AFP) – El Tribunal Supremo Electoral (TSE) defendió la investidura de Bernardo Arévalo como presidente de Guatemala en enero, luego de que la Fiscalía asegurara que los comicios generales deberían anularse por supuestas irregularidades.
\”Los resultados están validados, están oficializados y son inalterables (…)\”, los funcionarios electos \”deben tomar posesión\” en enero, \”de lo contrario hay rompimiento del orden constitucional\”, afirmó en rueda de prensa la presidenta del TSE, Blanca Alfaro.
La magistrada aseguró que el Ministerio Público (Fiscalía) \”no tendría ninguna facultad\” para hacer que el TSE anule unas elecciones, \”salvo una sentencia que venga de la Corte de Constitucionalidad (CC, el máximo ente judicial)\”.
\”Nuestro presidente es don Bernardo Arévalo y nuestra vicepresidenta, Karin Herrera\”, quienes ya recibieron sus credenciales como ganadores del balotaje en agosto, al igual que 340 alcaldes, 160 diputados y 20 miembros del Parlamento Centroamericano elegidos en los comicios generales de junio, afirmó.
Poco antes, en conferencia de prensa, la fiscal Leonor Morales denunció que hubo anomalías en \”las actas finales de cierre de escrutinio\”, por lo que \”son nulas de pleno derecho\” para consignar los resultados de las elecciones.
Morales afirmó que las actas no fueron aprobadas \”por el pleno\” del TSE, por lo que no debieron usarse, y señaló que la investigación se llevó a cabo por denuncia de \”un ciudadano\”, pero no lo identificó ni mencionó responsables, argumentando que el caso está bajo reserva.
Según analistas, estas acusaciones son un nuevo intento del Ministerio Público por evitar que Arévalo asuma el poder el 14 de enero, pues prometió luchar frontalmente contra la corrupción, despertando temores en poderosos sectores políticos tradicionales y empresariales.
Arévalo y sus seguidores acusan a la fiscal general Consuelo Porras de orquestar \”un golpe de Estado\” y han pedido su renuncia en manifestaciones en las calles.