La ministra británica de Asuntos Exteriores y favorita para suceder a Boris Johnson al frente del gobierno, Liz Truss, dijo el domingo en una entrevista al tabloide The Sun que la perspectiva de una recesión económica no era inevitable.
\”Escuchamos muy a menudo que va a haber una recesión\”, dijo Truss. \”No creo que esto sea inevitable (…) Podemos generar oportunidades aquí en Reino Unido\”, aseguró la ministra y favorita al liderazgo del Partido Conservador.
Enfrentada con el antiguo ministro de Finanzas Rishi Sunak, Truss discrepa con él especialmente sobre cómo actuar ante un contexto económico y social particularmente tenso, con una inflación superior al 10% y huelgas en numerosos sectores.
La titular de Exteriores promete rebajar impuestos de inmediato, en lugar de dar ayudas financieras directas a las capas de la población más afectadas por la inflación, lo que le ha generado críticas de Sunak y sus aliados.
En esta pugna, Sunak recibió el apoyo de Michael Gove, figura prominente de los conservadores británicos que ocupó varias carteras ministeriales.
Este sábado, Gove acusó a Truss de vivir \”desconectada de la realidad\” con sus propuestas para atajar los efectos de la inflación.
\”Me preocupa profundamente que el tono del debate sobre el liderazgo haya supuesto en el caso de muchos una desconexión de la realidad\”, escribió Gove en un artículo publicado este sábado en The Times.
\”La respuesta a la crisis derivada de la carestía de vida no puede limitarse a rechazar más ayudas financieras y a reducir los impuestos\”, agregó Gove, quien ejerció once años en el gobierno bajo tres primeros ministros.
Según él, las rebajas de impuestos propuestas por Truss \”favorecerían a los ricos\” y las grandes empresas, en detrimento de los pequeños empresarios y los más precarios.
Los militantes conservadores británicos, unos 200.000, tienen hasta el 2 de septiembre para elegir a su nuevo líder en una votación por correspondencia. El anuncio del resultado se conocerá el 5 de septiembre.
Como el partido tiene mayoría parlamentaria, el vencedor o vencedora asumirá la jefatura del ejecutivo y sucederá a Johnson, que dimitió a inicios de julio acorralado por varios escándalos y una rebelión interna.