Washington. (AFP) – La guerra comercial prometida por Donald Trump entra en una nueva fase con aranceles aduaneros del 25% para el acero y el aluminio.
“Todo este producto que llegue a Estados Unidos estará sometido a una tarifa del 25% sin excepciones ni exenciones”. Trump añadió que sopesaría imponer aranceles adicionales a automóviles, productos farmacéuticos y chips informáticos. Las medidas afectarán mucho a Canadá, principal proveedor de Estados Unidos de ambos metales, así como a Brasil, México y Corea del Sur, importantes abastecedores de acero.
La federación del acero en el Reino Unido, UK Steel, considera que dicha decisión va a propinar un “golpe devastador” a un sector ya en declive.
“El acero y el aluminio son materias primas cruciales para los industriales estadounidenses”, advirtió Maurice Obstfeld, experto del Peterson Institute for International Economics.
Durante su primer mandato (2017-2021), Trump impuso aranceles del 25% sobre el acero y del 10% sobre el aluminio, los cuales fueron levantados por él mismo o por su sucesor, Joe Biden.
El republicano utiliza los aranceles como principal herramienta de su política económica con el objetivo de reducir el déficit comercial de su nación.
Trump ha ejercido presión sobre los socios de Estados Unidos, pero también sobre su gran rival, China, que está sujeta a aranceles adicionales del 10% además de los ya existentes.