Llama la atención por qué motivo, si el tren llegará a Cartago, no se extienda su llegada a la ciudad de Paraíso que está tan cerca y con habitantes urgidos de tener transporte de pasajeros, rápido y moderno. La carretera Cartago-Paraíso es excelente, pero con un tránsito tupido, muy lógico, tomando en cuenta que es una ciudad dormitorio. Además, tiene gran afluencia de turistas nacionales y extranjeros. Por la densidad del tránsito en esa carretera, recientemente en el corto recorrido, tuve un atraso de casi 30 minutos.
Sin duda, el consumo de los combustibles se dispara y como sucede siempre va en detrimento de los bolsillos del pueblo. Curiosamente, la línea férrea se encuentra ahí sólo a la espera de la voluntad que tengan los miembros de la municipalidad y del Incofer para rehabilitarla, tal como se hizo de San José a Cartago. Sé que en la municipalidad de esa ciudad hay buena disposición y deseos para que el tren regrese después de tantos años de ausencia. Un pito tejido entre las brumas, será siempre una señal de progreso. En estas obras tan importantes para una comunidad, la misma podría organizarse para que, por diferentes medios, se recolecten fondos que hagan factible un proyecto que sólo daría beneficios, comenzando por el turismo. Ahora las cosas han cambiado y los países más desarrollados del mundo vuelcan enormes sumas de dinero en el ferrocarril, el único sistema de transporte terrestre que tiene la capacidad de llevar personas y carga con seguridad. Pero también importa recalcar que el Incofer ahora está empeñado en tener un tren que no ataque al medio ambiente y que utilice poco consumo de combustible, no renovable, sin contratiempos en el traslado.
Los nuevos trenes son modernos, reúnen esas y muchas otras cualidades. Para una municipalidad esforzada y pujante, como sé es la de Paraíso; llevar el tren a su ciudad es obra prioritaria. A todas luces el Consejo Municipal debe valorar que el ferrocarril es una herramienta imprescindible en sus planes estratégicos para su desarrollo regional, tanto en lo económico como en el acercamiento poblacional. El transporte en bus nunca será tan cómodo como hacerlo en el tren, en especial, tomando en cuenta el espacio y el acortamiento del tiempo. La construcción del ferrocarril fue uno de los motores decisivos en el despegue final del proceso de industrialización. Además, produjo una auténtica revolución en el mundo de los transportes, con importantes consecuencias de todo tipo. Los trenes son, por otra parte, uno de los escasos medios de transporte que todavía mantienen un cierto romanticismo y, por qué no, compromiso social y ecológico. Los administradores del tren rescatado de los escombros por don Miguel Carabaguíaz, estoy seguro, prestará colaboración con la Municipalidad de Paraíso sabiendo que el país está urgido por mejorar el transporte de las personas.