La travesura de un niño, quien por su inocencia y corta edad no calculó el riesgo de subirse a jugar a un árbol, terminó con su muerte cuando cayó y pegó la cabeza contra el pavimento.
La inesperada partida del pequeño, quien era conocido como “Pepín”, ocurrió ayer poco antes de las 5 p.m. en el barrio Altamira de Calle Fallas, Desamparados.
Según versiones de testigos, el niño y un amiguito jugaban en un árbol de jocote de 8 metros de alto, el cual se encuentra a la orilla de la calle, en un terreno privado.
En ese momento “Pepín” como todo niño vivaz y temerario demostró ser de los más valientes y alcanzó una de las ramas más altas, sin embargo el destino le jugó una mala pasada cuando se quebró y se desplomó, pegando la frente contra la calle.
Un vecino que no quiso ser identificado dijo que el menor cayó boca abajo, despedazándose toda la cara a causa del fuerte impacto. Al escuchar el terrible golpe, varios vecinos salieron para enterarse de lo que pasó y corrieron a avisarle a la madre.
Según ellos, “Pepín” soportó con vida unos segundos, sin embargo al llegar la unidad de Cruz Roja ya no había nada que hacer.
“Cuando llegamos al lugar encontramos a un niño de 11 años sin signos vitales, en apariencia producto de los severos traumas que sufrió en la cabeza”, declaró Cristhoper Calderón, cruzrojista.
NIÑOS ADVERTIDOS
Los vecinos que presenciaron la tragedia comentaron a DIARIO EXTRA que en varias ocasiones le advirtieron a un grupo de niños que no se subieran a los árboles que están en ese lote.
Ellos acostumbraban treparse a agarrar jocotes y guabas de otros árboles, incluso una vecina que vive frente al árbol de jocote comentó que hace una semana un niño se cayó del mismo palo, pero que solo resultó con su brazo fracturado porque al caer sobre el zacate eso amortiguó el impacto.
Finalmente al lugar llegaron agentes de la sección de Inspecciones Oculares y Recolección de Indicios del Organismo de Investigación Judicial para hacer el levantamiento del cuerpo y trasladarlo a la morgue judicial.