Sin la presencia de la víctima. Así se inició un juicio contra un joven de apellidos Medrano Cortés por la tentativa de femicidio en contra de su expareja apellidada Reyes.
El debate que empezó este miércoles en el Tribunal Penal de Liberia incluyó la lectura de la acusación de la Fiscalía, así como el testimonio de dos oficiales.
Ligia Lacayo, representante del Ministerio Público, indicó en su acusación que la discusión entre la pareja arrancó porque la mujer recibió una llamada a su celular del papá de su hijo.
“De seguido el encartado le indicó que qué hacía hablando con ese hombre y la ofendió en su dignidad y decoro diciéndole ‘hija de puta zorra’, luego le arrebató el teléfono celular a la agraviada de las manos y lo lanzó hacia la cama, sujetó una faja y la amenazó diciéndole que, si a ella le gustaba él, y que cada pregunta que él le hiciera a ella, aunque le contestara, él le iba a pegar”, cita la acusación.
Y añade: “Luego maltrató a la víctima lanzándole golpes con la faja en la espalda y en las piernas, de seguido el acusado Medrano Cortés le dijo a la agraviada Reyes Cerdas que ella tenía que confesar si estaba enamorada de un compañero de trabajo y la amenazó diciéndole ‘que ahora sí iba a hablar porque ya no le iba a dar con la faja’, de modo tal que se retiró y regresó con un serrucho”.
La amenazó diciéndole que si no hablaba la iba a golpear con el serrucho, luego le lanzó varios golpes con ese utensilio en la espalda, en la pierna y en un brazo.
Seguidamente Medrano colocó el serrucho en la cama y con la intención de maltratar a su expareja la golpeó con los puños causándole lesiones en la boca, después la sujetó del cabello y le lanzó golpes en la cabeza.
El hombre nuevamente salió del dormitorio, buscó un arma de fuego y volvió de inmediato.
“Con la clara intención de acabar con la vida de la ofendida, le apuntó con el arma de fuego en dirección a la cabeza a una distancia aproximada de cuatro metros, accionó el mecanismo de disparo hacia la misma, sin embargo el acusado no logró su objetivo por una circunstancia ajena a este, puesto que el arma en ese momento se encasquilló”, añadió la acusación de la Fiscalía.
Medrano le dijo en ese momento a Reyes “maldita sea que no disparó para volarle la cabeza”.
Pero no contento con su actuar lanzó a la mujer contra la cama, se abalanzó contra ella, la sujetó con sus manos fuerte del cuello tratando de asfixiarla.
Luego agarró el serrucho nuevamente y la amenazó diciéndole que le iba a cortar la cabeza.
En medio del ataque la ofendida logró empujar al sujeto y le pidió ayuda a la mamá del imputado, quien por miedo a su hijo se retiró.
Pero Medrano no se detuvo, tomó un mecate y la agredió en los brazos, espalda y ambas piernas. Luego la amenazó con matarla con un cuchillo.
Reyes en medio de su desesperación le pidió al hombre que la llevara a orinar y cuando volvía al dormitorio logró escaparse y le pidió auxilio a una vecina.
“Los hechos antes descritos el Ministerio Público provisionalmente los calificó como ofensas a la dignidad, amenazas a una mujer, maltrato y tentativa de femicidio”, indicó la fiscala.
Al sospechoso se le prolongó la prisión preventiva hasta el 26 de enero, día en que continuará el juicio.
Medrano, de 24 años, laboraba en una finca ganadera. Los hechos por los cuales se le acusa ocurrieron el viernes 26 de junio del 2020 en horas de la tarde.
El día de los hechos estaba con la mujer en la vivienda que compartían en la comunidad de Bello Horizonte en el cantón de La Cruz, Guanacaste.